APORTACIONES

Pina Bausch. Varios Artículos.

Pina Bausch, la gran renovadora de la danza moderna ha muerto.

Su muerte ha provocado consternación no sólo en Alemania, sino en el mundo entero. Su enorme talento para las artes escénicas fue la nota distintiva de su rica carrera en el mundo de las artes.

Pina Bausch, según ella había dicho recientemente, tenía muchos planes y entre ellos realizar una película sobre su trabajo junto con su amigo el director de cine Wim Wenders. “Estoy desconsolado porque hayamos decidido llevar a la práctica nuestro viejo plan demasiado tarde”, dijo Wenders tras enterarse de la muerte de Bausch, consignó la agencia EFE.



De la redacción de El Litoral - cultura@ellitoral.com


La coreógrafa alemana Pina Bausch, considerada como la renovadora de la danza moderna, murió a los 68 años, víctima de un cáncer fulminante, tan sólo unos días después del estreno de su última producción.

La muerte de Bausch ha caído como una bomba en Alemania, donde la sorpresa y el dolor se han puesto de manifiesto en la multitud de reacciones que se han producido en todos los ámbitos. “Todos estamos consternados sobre la noticia de su muerte prematura”, escribió el presidente alemán, Horst Köhler, en un mensaje dirigido al hijo de Bausch, Rolf Salomon.

Pina Bausch, según ella había dicho recientemente, tenía muchos planes y entre ellos realizar una película sobre su trabajo junto con su amigo el director de cine Wim Wenders. “Estoy desconsolado porque hayamos decidido llevar a la práctica nuestro viejo plan demasiado tarde”, dijo Wenders tras enterarse de la muerte de Bausch, consignó la agencia EFE.

Wenders se declaró consternado y subrayó que el trabajo artístico de Pina Baush era algo “único” que “ha enriquecido y reflejado nuestro tiempo como pocos otros”. Hace cinco días a Pina Bausch se le había diagnosticado un cáncer que ha resultado fulminante, informó el Wuppertaler Tanztheater, donde desarrolló buena parte de su carrera.

Pocos días antes, Bausch había estado sobre el escenario, con su equipo habitual de trabajo, en la Opera de Wuppertal. Cuando Bausch salió al escenario por última vez, para recibir los aplausos del público junto con sus compañeros, los asistentes se pusieron de pie y le tributaron una gran ovación, sin saber que se trataba de una despedida definitiva.


Revolucionó el mundo de la danza

El director y primer bailarín del Staatsballet de Berlín, Vladimir Malakhov, dijo que “el mundo ha perdido una de sus coreógrafas más importantes”. “Me hubiera gustado poder volver a trabajar con ella”, afirmó Malakhov, que se declaró feliz de haber podido bailar una vez en el Wuppertaler.

También las autoridades políticas de la región donde pasó la mayor parte de su vida -la cuenca del Ruhr- reaccionaron a su muerte, con elogios a su obra. “Ella reinventó el teatro danza”, dijo el primer ministro de Renania del Norte-Westfalia, Jürgen Rüttgers.

El alcalde de Wuppertal, Peter Jung, por su parte subrayó la vinculación que Pina Bausch tuvo siempre con la ciudad desde la que, dijo, “revolucionó el mundo de la danza”. El ministro alemán de Cultura, Bernd Neumann, recordó el significado que tuvo Pina Bausch para el mundo de la danza: “Fue un modelo y un icono, una creadora grandiosa y una renovadora visionaria”.

Entre las obras más conocidas de Bausch se cuentan “Adagio -cinco canciones de Gustav Mahler” (1974), “Los siete pecados capitales“ (1976) -coreografía basada en música de Kurt Weil y textos de Bertolt Brecht-, “Komm, tanz mit mir” (Ven, danza conmigo, 1977) y “Danzón” (1995).

Al comienzo, la radicalidad de algunas de sus obras produjo reacciones no siempre complacientes de parte del público. Tal fue el caso, por ejemplo, de su versión coreográfica de la ópera de Bela Bartock “Barbazul” (1977).

La obra de Bausch combina muchos tipos de música, que van desde éxitos populares a música clásica, y combina además la danza propiamente dicha con otros recursos dramáticos. En algunas de sus obras, además, se baila entre el agua, entre el barro o entre claveles de plástico. El canto, la recitación y la pantomima no faltaban entre los recursos expresivos de Pina Bausch, que parecía haberse propuesto desde sus comienzos convertir sus coreografías en obras de arte totales.

La coreógrafa también tuvo sus incursiones en el cine como, por ejemplo, cuando hizo un papel de ciega en la película de Federico Fellini “Y la nave va” (1982), o en “Hable con ella”, de Pedro Almodovar, donde su danza fue el prólogo de la historia de dos mujeres en coma. Pina Bausch hablaba poco de sus producciones ante al prensa y en las fiestas de los estrenos solía mostrarse reservada y con frecuencia se apartaba a fumar a un rincón.

Su silencio contrastó siempre con las interpretaciones de la critica que fue acuñando términos como “danza abstracta” o que hablaba de Pina Bausch como de la mujer que bailaba lo que tenía dentro del alma.


La “danza-teatro”

Pina Baush era una de las más ilustres coreógrafas contemporáneas. Su verdadero nombre era Josephine Bausch. Su celebridad comenzó en el Metropolitan Opera de Nueva York. Era considerada la gran dama de la danza contemporánea alemana.

Luego de pasar por el Metropolitan Opera de Nueva York, la coreógrafa de rostro sombrío introdujo el concepto de “danza-teatro” en Alemania y el mundo entero. De esta forma impuso en el mundo del teatro un estilo de danza muy personal, basado en la exageración y la contradicción, mezclando lo inmenso con lo insignificante, tanto en los gestos de los bailarines como en los decorados. Pina Bausch cambió el papel del bailarín y dio otra utilización a los objetos, introduciendo en el escenario esquíes, bicicletas, muros y acantilados.

Algunos la consideraban una coreógrafa única y sin igual en la dirección de sus temas predilectos, como el miedo o la guerra de los sexos, y destacaban la vitalidad artística de sus obras. “Lo que me interesa no es tanto (saber) cómo se mueven las personas, sino lo que las emociona”, declaró ella en una entrevista.

Bailarines llegados de todo el mundo frecuentaron su Tanztheater en Wuppertal, Renania, que con el paso del tiempo se convirtió en uno de los templos de la danza moderna mundial.

Asia la inspiró. En 2006, se encontraba en India con una parte de su compañía y luego presentó “Bamboo Blues”, una creación con los colores de India. En Europa, sus viajes la llevaron también a Palermo, Lisboa, Budapest, Estambul. Y de París a Roma y Londres, donde generalmente presentaba sus espectáculos con el teatro lleno.


Testimonios

El director de cine español Pedro Almodóvar, que la invitó a trabajar en su película “Hable con ella”, en 2001, declaró que la coreógrafa fue para él “una revelación, una fuente constante de placer. Me provocaba emociones muy diversas y me inspiraba siempre. Pina me permitió que trasladara su magia al final de “Hable con ella’ ”’, añadió.

“Con un cigarrillo perenne en la mano, y su sonrisa indescriptible, Pina Bausch creó un antes y un después en la danza contemporánea del último cuarto del siglo pasado”, dijo Almodóvar.

Para la bailarina y coreógrafa estadounidense Carolyn Carlson, quien vive en Francia, su desaparición deja “un gran hueco en el universo. Era la más grande coreógrafa del mundo, una visionaria... Era absolutamente única”, declaró Carlson a la AFP. “Su talento va a hacernos falta. Tenía una vitalidad creadora inconmensurable, absolutamente necesaria para la historia de la danza”, dijo por su lado el coreógrafo francés Angelin Preljocaj. De la redacción de El Litoral - cultura@ellitoral.com


Muere la coreógrafa Pina Bausch

La coreógrafa alemana Pina Bausch, cuyo trabajo es reconocido por haber revolucionado el lenguaje de la danza moderna, murió el martes a los 68 años de un cáncer diagnosticado días antes.

Bausch, directora artística del Wuppertal Dance Theater, se ganó el reconocimiento mundial por sus actuaciones de vanguardia y sus coreografías, que mezclaban baile, sonido y narrativa fragmentada.


"Apenas el domingo anterior a éste, estaba en escena con su compañía en el teatro de la ópera de Wuppertal", dijo la compañía, que había dirigido desde 1973, en su página web.

Añadió que a Bausch se le había diagnosticado un cáncer apenas cinco días antes de morir.

"Como ningún otro, rompió las estructuras tradicionales de la danza, del ballet clásico moderno y acuñó su propio estilo característico", dijo el vicecanciller alemán, Frank-Walter Steinmeier, en un comunicado. Bausch coreografió y puso en escena sus propias piezas, como "Cafe Müller" y "Viktor", y actuó en películas de directores como Federico Fellini y Pedro Almodóvar.

"Con un cigarrillo perenne en la mano, y su sonrisa indescriptible Pina Bausch creó un antes y un después en la danza contemporánea del último cuarto del siglo pasado", dijo Almodóvar en un comunicado.

"Sus coreografías están vivas, imagino que la compañía que acaba de dejar huérfana seguirá mostrándolas ante el asombro del mundo", añadió. La coreógrafa había estado preparando con el director Wim Wenders lo que se había llamado la primera danza en tres dimensiones, un proyecto llamado "Pina".

Desde París, donde Bausch actuaba con frecuencia, el alcalde Bertrand Delanoe y el ministro de Cultura, Frederic Mitterrand, emitieron comunicados de condolencia. "El mundo de la danza llora hoy la pérdida de una de sus representantes más brillantes", dijo Mitterrand. Pina Bausch comenzó sus estudios de danza a los 14 años en la escuela Folkwang de Essen, donde se formó con varios maestros, entre ellos el coreógrafo expresionista alemán Kurt Jooss.

Bausch se trasladó a Nueva York en 1960 para acudir a la escuela Juilliard, convirtiéndose después en miembro de la compañía de ballet de la Metropolitan Opera. En 1962, Bausch volvió a Alemania, donde se convirtió en solista del ballet recién creado de Folkwang. En 1973 empezó como directora artística y coreógrafa de la compañía de teatro y danza fundada en Wuppertal.

"Pina Bausch traspasó continuamente los límites de lo que llamamos danza", dijo John Neumeier, director de la compañía de ballet de Hamburgo. "No puedo imaginarme un sucesor de Pina Bausch", añadió. BERLÍN (Reuters)


Pina Bausch - Photo: Atsushi Iijima

Artículo 1.-

Pina Bausch: La mejor coreógrafa del siglo XX


Desde niña Pina Bausch "bailó sus sentimientos", prefería expresarse en movimientos antes que en palabras. Hoy, a los 63 años de edad, la pequeña Pina Bausch es considerada por la crítica mundial la "mejor coreógrafa del siglo 20" 

Por Vicky Larrain*


Así denominada por el público, críticos y algunos de sus pares esta mujer, bajita y delgada ha sentado un precedente fundamental en el género de la danza-teatro. Desde niña Pina Bausch "bailó sus sentimientos", prefería expresarse en movimientos antes que en palabras. Hoy, a los 63 años de edad, la pequeña Pina Bausch es considerada por la crítica mundial la "mejor coreógrafa del siglo 20" . 

Desde sus primeras creaciones a finales de la década de 1960, Pina Bausch decía: " lo que me interesa no es cómo se mueve la gente, sino que se mueva". 

Pina Bausch divide quizás todavía las opiniones, pero menos que en sus comienzos, y sus coreografías, calificadas a menudo de "revolucionarias", no dejan indiferente al público, ya sea satisfecho o escéptico. Creadora potente y obsesiva, Pina Bausch despierta filias y fobias encendidas. Gran parte de una generación de coreógrafos contemporáneos en Europa ha vivido, por lo menos en algún momento de su carrera, la influencia de la danza-teatro realizada con tanta fuerza y acertado oficio escénico por Bausch y su fiel equipo de bailarines y colaboradores. Pero todavía se recuerdan sus piezas Nelken e Ifigenia en Taúride que hace cinco temporadas provocaron abucheos y deserciones entre el público de abono del Teatro Real de Madrid que esperaba una lectura convencional de la ópera. Las obras de Pina Bausch no siguen una estructura narrativa ni una progresión lineal. Se construyen más bien a partir de una serie de episodios. Múltiples acciones escénicas simultáneas, imágenes impactantes, la utilización de las experiencias específicas de sus bailarines, de actividades cotidianas, de textos dirigidos a menudo al público y de una gran variedad de músicas en la banda sonora son elementos que llevan el sello reconocible de Bausch y que han pasado a formar parte de un léxico de la danza-teatro en Europa. 

Como ha dicho la coreógrafa, "no me interesa el movimiento. Me interesa lo que mueve a las personas. Mis obras crecen desde dentro hacia fuera"


Actitud más vitalista

Sus bailarines son a la vez consumados actores y materia prima que ella potencia a través de las preguntas que les plantea y los retos que les propone. Esta manera de trabajar requiere una fuerte aportación creativa por parte de los intérpretes, muchos de los cuales llevan más de una década en la compañía. Es una situación privilegiada pero no apta para todos. Como se preguntó en una ocasión la bailarina clásica Sylvie Guillem, "¿Trabajar con Pina Bausch? Yo no. Sería como entrar en una secta". 

La exploración del lado más despiadado y desesperado del ser humano (que durante los años 80 arrancó el rechazo de la crítica neoyorquina denominando su obra de "eurotrash" o eurobasura) parece haber dado paso a una actitud más vitalista. Desde mediados de los años 80 la coreógrafa ha creado una serie de coproducciones con distintas ciudades donde la compañía reside y trabaja durante tres semanas, empapándose del ambiente local, su gente, su música, su luz y sus imágenes. Creado a raíz de una residencia de tres semanas en Hong Kong en octubre de 1996, justo en el momento en que se preparaba la devolución de la colonia inglesa a la República China , Der Fensterputzer ( El limpiador de ventanas ) muestra una visión mucho más luminosa y lírica, con momentos de humor. "Lo que recuerdo de la pieza de Hong Kong," comenta Nazareth Panadero, bailarina de la compañía desde 1979, "es el viento, lo abierto del terreno, el color rojo, el darse la mano en el sentido de unirte con alguien, y el contraste entre la masa y el individuo. Tengo que decir que las coproducciones no son piezas sobre la ciudad, sino que están inspiradas en las situaciones y las experiencias vividas". 

"En Hong Kong vimos lo mucho que teníamos en común con los chinos a nivel humano, con una cultura que nos parecía en principio lejana y exótica," dice la bailarina. "Entrábamos en un café y al entablar conversación con la gente nos sorprendió encontrar un temperamento casi latino". 


Una montaña de flores rojas 

Imágenes a destacar: una montaña de siete metros de flores de seda rojas en una esquina del escenario o el limpia cristales suspendido en el aire con su cubo frente a la tarea imposible de mantener impecable las superficies de vidrio de los grandes rascacielos de la ciudad. La banda sonora aborda todo un mundo, desde Cesaria Evora, hasta canciones y danzas tradicionales chinas, pasando por Vangelis, música gitana de Rumanía, Burt Bacharach y Dizzy Gillespie. Marcada por un talento innegable, Bausch recibió 32 premios y distinciones desde su primera coreografía, titulada 'Fragmento', en 1968. 

Pina Bausch desarrolló su propio lenguaje corporal, un nuevo estilo resultante de una mezcla de géneros que ella descubrió a lo largo de su formación entre 1955 y 1958 en la escuela Folkwang de Essen (oeste de Alemania), donde todas las disciplinas artísticas están representadas. Diplomada en 1958 en la Folkwang , Bausch obtiene una beca de intercambio para continuar su formación en la Juillard School of Music de Nueva York, junto a prestigiosos profesores como Anthony Tudor, José Limón o Mary Hinkson. Pina Bausch trabaja sobre temas predilectos que son especialmente el amor y la muerte, así como las relaciones hombre-mujer, la violencia contra la mujer, y las relaciones entre el individuo y el grupo. Bausch creó últimamente 'Nefés', traída de Turquía en 2003, y 'Ten Chi' ('Cielo y tierra') a continuación de una etapa en Tokio en 2004.


De bailarina a coreógrafa 

Al finalizar la década de los 60, Pina Bausch obtiene cada vez más reconocimiento como coreógrafa. El complejo relacionamiento entre hombres y mujeres es un tema reiterativo de sus piezas, a lo largo de toda su carrera. Su destreza radica en mostrar las debilidades de ambos géneros, mujeres y hombres como víctimas y victimarios. Ya sus primeras coreografías, aún las más tradicionales, basadas en grandes textos de la literatura mundial o piezas musicales, dejaban entrever que algo nuevo estaba surgiendo. La artista expresaba los temas existenciales, como la vida y la muerte, a través de imágenes visionarias y de una fuerza arcaica inusual para la época. A partir de ese momento dejó de contar una historia, para contar varias historias pequeñas sobre el amor y la ternura, la soledad y el poder. Durante toda su carrera Pina Bausch se atrevió a ir más allá de las convenciones fijadas y experimentó con improvisaciones de free-jazz , ballet sobre canciones de moda o coreografiando música de Bertolt Brecht y Kurt Weill. En 1969, luego de haber ganado el primer premio en el concurso coreográfico de Colonia, asume la dirección del Estudio de Danza Folkwang y comienza su trabajo docente en la Escuela Superior Folkwang. 


El misterio de Wuppertal 

Desde 1973 la Bausch dirige su propia compañía, el Tanztheater Wuppertal, que se convirtió en sinónimo de excelencia para el teatro-danza en el mundo. Aunque viaja muchísimo con su ensamble siempre vuelve a la ignota ciudad a orillas del río Wupper. En Wuppertal creó más de 30 coreografías, muchas de ellas en cooperación con instituciones culturales de otros países. Pina Bausch considera imprescindible viajar, en el sentido más amplio de la palabra: tanto dentro de sí, como explorando otras culturas. Es famosa por la energía con la que se lanza en estos viajes exploratorios. Por ejemplo, en Los Angeles, preparando "Nur Du" (Solamente tú, 1996), visitó clubes de música salsa, bares de strip-tease, un club de boxeo y un templo budista. Pina Bausch no pretende hacer la réplica exacta de un determinado lugar, sino más bien reflejar las impresiones recogidas por ella y sus bailarines. "No me interesa cómo se mueve el ser humano, sino aquello que lo conmueve", explica la coreógrafa. 

A pesar del éxito mundial, que le abrió las puertas de todos los grandes teatros, Pina Bausch optó por quedarse en Wuppertal. El dramaturgo alemán Heiner Müller alguna vez dijo que "solamente en la provincia surge la creatividad, no en las grandes ciudades", corroborando de este modo la opción de la Bausch. 

*Coreógrafa y Coordinadora Corporación Virtual de Corógrafos

www.mav.cl/coreografiavirtual



Web Pina Bausch

Pina Bausch; Danza Abstracta y Psicodrama Analítico. Pina Bausch. Historias de Danza-teatro

Pina Bausch; Danza Abstracta y Psicodrama Analítico


Adolfo Vásquez Rocca

Artículo 2.- 


 Pina Bausch1 –1940– es quien revive el espíritu de la danza alemana al crear el teatro-danza. De su mano y del trabajo de sus bailarines han surgido piezas tan emblemáticas como Ifigenia en Táuride, Café Mueller (1978), Bandoneón (1987), y muchas otras, tan discutidas como admiradas en todo el mundo.

 Tras formarse con Kurt Jooss2 en Alemania y pasar una temporada en la Juilliard School de Nueva York, vuelve a su país y comienza a trabajar en el hoy mítico Tanztheater de Wuppertal, que dirige desde 1973. Allí, muy pronto se convierte en la creadora de ese rico y extremadamente complejo territorio que se ha denominado Teatro-Danza.

 Pina Bausch precozmente rupturista, testigo de una época desgarrada, donde con la devastación de los cimientos desaparece también el suelo de nuestras certezas más sagradas, se sitúa en la primera fila de la escena de avanzada, desde donde, reinventando el movimiento primigenio de la danza, reducida a los pocos movimientos posibles para una época crítica, actúa impulsada por un afán de acotar —en un ajuste de cuestas con las categorías impuestas del buen gusto y la belleza— los modelos canonizados del «cuerpo ideal» para mostrar una realidad heterogénea en la que el movimiento adquiere un enorme poder trasgresor.

 Pina Bausch, que ha sido distinguida con numerosos premios de danza de todo el mundo, nunca se pronuncia en forma pública sobre sus obras, porque esta mujer parca en palabras prefiere que hablen sus obras. En las fiestas después del estreno, la fumadora empedernida Pina Bausch prefiere mantenerse en segundo plano. Excepciones han sido hasta ahora dos apariciones en el cine con los directores Federico Fellini y Pedro Almodóvar.


2.

 La danza corre el riesgo de disolverse si continúa narcisistamente contemplándose a sí misma. La danza contemporánea ha encontrado una renovadora vertiente abstracta y expresionista, ampliando así sus fronteras, dejando de ser un género teatral diferenciado, para constituirse en una manifestación más de los procesos de hibridación propios de la sensibilidad postmoderna. Las fronteras entre teatro, plástica, danza y literatura se difuminan en un espejo que le devuelve su imagen ampliada y, hasta cierto punto deformada de sus propios orígenes siendo y no siendo ballet, siendo y no siendo teatro, plástica, danza literatura e incluso filosofía.

 La danza expresionista, también llamada danza abstracta, nace en el contexto de la agitación de las grandes vanguardias europeas de comienzos del siglo XX. La danza tradicional, vinculada al ballet clásico, fue transformada mediante una nueva estética de movimiento corporal donde no impera ya el valor de la métrica, el ritmo, los saltos y pasos previamente establecidos. En la danza expresionista se recupera el movimiento libre, una interacción más dinámica con el espacio, y la posibilidad de la autoexpresión corporal.

 El concepto de «ballet postmoderno», que apareció en los círculos especializados a fines de los años setenta, refiere a un conjunto de rupturas estético-expresivas, entre las que se cuentan —entre otras— la eliminación de la perspectiva unidimensional en provecho de un espacio abierto, ampliado, que responde en cierto modo a los descubrimientos de la física moderna; la revalorización de la dimensión cotidiana, el continuo de lo humano, en sus manifestaciones aparentemente triviales y pedestres, incluyendo en esta apertura la palabra, el ruido ambiente, en lo que constituye la irrupción de la música concreta al servicio de la danza; el abandono del entablado clásico por superficies naturales como el césped, la tierra, hojas secas, flores, e incluso el agua, son parte del estilo que alcanza su más plena expresión en las obras de Pina Bausch.

Las obras de Pina Bausch no siguen una estructura narrativa ni una progresión lineal. Se construyen más bien a partir de una serie de episodios. Múltiples acciones escénicas simultáneas, imágenes impactantes, la utilización de las experiencias específicas de sus bailarines, de actividades cotidianas, de textos dirigidos a menudo al público y de una gran variedad de músicas en la banda sonora son elementos que llevan el sello reconocible de Bausch y que han pasado a formar parte de un léxico de la danza-teatro en Europa. 

 Las bailarinas y bailarines de las obras de Pina Bausch no guardan relación con el ideal de belleza de cuerpos o vestuarios; trozos de música de ópera o rock interfieren con lo que está ocurriendo en el escenario; y su estilo de «collage» hecho de fragmentos recuerda más bien al cine o a las bellas artes que a la danza. Generalmente los bailarines actúan sobre superficies cubiertas de agua hasta los tobillos o lodo o entre un mar de claveles de plástico.

 En lugar de la música convencional de ballet, el Teatro de Danza de Wuppertal ofrece historias profundas de la existencia misma que son creadas en largas y estrechas discusiones entre la jefa y los integrantes del cuerpo de baile.

 Su carácter nómada y su enorme curiosidad por las diferentes formas de vida conducen a Pina Bausch, desde los años ‘80, a realizar distintas «residencias» en algunas de las grandes capitales del mundo. Roma, Madrid, Lisboa, Estambul u Hong Kong han sido algunas de sus sedes. Todas sus obras se realizan con la ayuda de bailarines de diferentes razas y países, que, siguiendo el peculiar método de trabajo de la directora, se implican con sus propios miedos, sus propios deseos, sus complejos y, en suma, con su propia vulnerabilidad. Esto lleva a la utilización de toda la gestualidad del comportamiento cotidiano, tanto en lo íntimo como en lo social; un aluvión de gestos físicos y emocionales que la sabia mano de Pina Bausch recicla y reintegra en composiciones llenas de originalidad, ternura, irónica crueldad y, sobre todo, de una viva y cruda humanidad. 

 En la cartografía de los comportamientos humanos agresivos y potencialmente destructivos, latentes en la naturaleza humana, uno de los elementos que concurre en la configuración de las artes escénicas contemporáneas —entre ellas la danza— es la dialéctica defensa-agresión. La expresión corporal escenifica la agresión ritualizada como campo de enfrentamiento en el que comparece la tensión, la competencia y el origen genético del comportamiento teatral, de la puesta en escena de nuestras pulsiones eróticas y thanáticas, de nuestras estrategias representacionales y modelos de seducción y agresión litúrgicos.

 A este respecto el Psicodrama Analítico ofrece no sólo la metodología adecuada de sublimación, socialización y producción de subjetividad singular y colectiva, en orden a redirigir el potencial thanático-agresivo del comportamiento humano, sino la estrategia más efectiva en la prevención de la violencia social.

 Pina Bausch trabaja con sus propios miedos, sus deseos y complejos, su vulnerabilidad. Esto la lleva a emplear gestos desgarrados en sus coreografías, escenificando nuestra fantasmagórica intimidad y, en un registro de «lo terrible», al modo de los expresionistas, sus obras se pueblan de crueldad e ironía, atravesadas por la fragilidad de las inseguridades identitarias, aforadas de sentimientos humanos tan elementales como la necesidad de ser amados o, al menos, odiados.

 El espectador se convierte, también en el organizador de sus impulsos y de su experiencia estética. Por medio de la catarsis moviliza internamente la agresión no ejercitada o el erotismo anestesiado. 

3.

 El éxito alcanzado por la artista no ha estado desprovisto de violentas controversias sobre su obra. El público de Wuppertal, por ejemplo, se encontraba dividido: por un lado, un grupo compacto de admiradores; por el otro, un frente de detractores convencidos, del que los más violentos cubrían a Pina Bausch de insultos y escupidas e intentaban arrancarle los cabellos, mientras otros la despertaban en la mitad de la noche con llamados telefónicos en los que la conminaban a dejar la ciudad.

 La recepción de sus obras continuó siendo objeto de controversias en los ‘90. Así como en Roma algunos fanáticos pagaban diez veces el precio de una entrada, poco después, en Londres, un crítico abandonó la función y escribió al día siguiente: «Es mejor pasear por la desapacible noche londinense que sufrir los suplicios de un espectáculo de Pina Bausch en el Sadler's Wells».


 Pina Bausch ha explorado el lado más despiadado y desesperado del ser humano, por ello no es casualidad que Pina Bausch y sus obras hayan provocado reacciones tan extremas y tan antitéticas; tampoco es casual que reclamen tomas de posiciones inequívocas. Todas sus piezas tratan sobre cuestiones fundamentales de la condición humana y obligan al público a confrontarse con estos problemas: el amor y la angustia, la nostalgia y la tristeza, la soledad, la frustración y el terror, la infancia y la vejez, la muerte, la explotación del hombre por el hombre, la memoria y el olvido.

NOTAS

1 Bailarina, coreógrafa y directora de ballet alemana, está considerada como la creadora del teatro-danza en su país. Sus coreografías retratan al ser humano con todos sus defectos y virtudes, y confiesa no sentirse interesada por el movimiento de las personas sino por lo que las mueve. Comenzó sus estudios en 1955 en la Folkwangschule de Essen, donde fue alumna de de Kurt Joos y Sigurd Leeder. Tras el examen de graduación en 1959 obtuvo una beca para ampliar estudios en la Juilliard School of Music de Nueva York. Bailó en las compañías de Paul Sanasardo y Donya Feuer, Paul Taylor, con quien estrenó el Ballet Tablet (1961), el New American Ballet y el Metropolitan Opera Ballet. Pina Bausch hoy se encuentra retirada de la danza activa, salvo excepciones como su participación con el cineasta Almodóvar en la película Hable con ella.

2 (Wasseralfingen, 1901-Heilbroom, 1979) Bailarín y coreógrafo alemán. Formado con R. von Laban, desde 1924 montó sus propios espectáculos vanguardistas, caracterizados por la ausencia de protagonistas individuales.


Pina Bausch

Historias de Danza-teatro


Pina Bausch es una bailarina y coreógrafa alemana de gran renombre internacional y queremos dedicarle el monográfico en esta ocasión porque es un fenómeno insólito en Europa, ya que su danza-teatro ha llegado a influenciar a coreógrafos de todo el mundo y también es reclamada por el publico de distintos países, siendo muy solicitada en EE.UU..

No es muy normal que las compañías europeas de danza contemporánea alcancen este nivel, pero la gran fuerza dramática de las propuestas de Pina y lo que supuso en su momento de originalidad y ruptura con las formas existentes explica este impacto y la cantidad de imitadores que han surgido en los últimos años: unos que han sabido reciclar esta influencia y otros que se quedan en lo superficial.

Se considera que es la gran heredera del expresionismo alemán, iniciado en danza por Kurt Joos entre otros; este fue el primer maestro de Pina, y aunque ella no sea la inventora de la danza-teatro, si es la que le ha dado la dimensión que tiene en la actualidad. Pina estudio en EE.UU. y bailo allí durante algunos años, pero no se aparto de sus raíces dan císticas, y a su vuelta a Alemania continuo desarrollando un trabajo en la línea de sus primeros maestros, pasando después a desarrollar un trabajo personal y una forma muy peculiar de plantear sus obras a partir de las vivencias personales de los bailarines con los que trabaja. Es una gran catalizadora que deja fluir lo que ocurre a su alrededor, potenciándolo y dándole forma; como ella dice, lo que mas le interesa son las relaciones entre los seres humanos y ella observa, observa y observa, quiere que la vida este presente en sus obras y ciertamente lo consigue. Así fue como me atrapo su obra 1980 Ein stück von Pina Bausch, que pude ver en Barcelona sobre el año 1985, en ella el universo y la atmósfera creada, te envolvía y te sorprendía a la vez; siempre recordare a la bailarina que corría en círculos con la frase "estoy cansada" hasta que al final realmente esa frase se hacia verdad y apenas podía respirar; lo decía con un tonillo cantarín de niña juguetona que fue derivando a un puro jadeo.

La obra estaba llena de contrastes, pues frente a esta escena había otras en que los bailarines danzaban con los brazos sonriendo entre el público, casi como en un music-hall, mientras otros nos ofrecían una taza de te (no a todos, claro). Desde luego no era lo que yo solía ver en otros espectáculos de danza en aquel momento, aunque algunos fueran muy buenos, pero por supuesto diferentes.

Sin embargo no me ocurrió lo mismo cuando estuve en Wuppertal, que es la ciudad alemana donde tiene su sede la compañía y donde esta situado su teatro. Fue en el año 1990 y la obra era Auf dem Gebrige hat man ein Gesch-reigehört (Se ha oido un grito en las montanas); realmente me pregunto que me ocurrió, porque no entre en absoluto en la obra, pero creo que tenía que ver con como me encontraba en esa época ya que estaba pasando por una situación bien extraña. Estaba estudiando voz y movimiento en Colonia, cerca de Wuppertal, y fui con una compañera de estudios alemana aunque tampoco compartí su reacción ya que ella estaba indignada y prácticamente gritaba que era una tomadura de pelo.

En el libro de Raimund Hoghe: Pina Bausch: historias de danza-teatro, 1989 se explica como a veces se da esta reacción entre el publico y sus obras son blanco de ataques y violentas agresiones. Como dice el autor: "pero también en el mismo teatro de Wuppertal, donde los abonados reaccionaron con furiosas protestas. Con sano sentimiento de pueblo, se defienden frente a un teatro que no complace del todo sus deseos...". Sobre este punto escribe Adorno en su Resumen sobre la industria cultural : "inconfesablemente intuyen que su vida se les va a hacer completamente insoportable en el momento en que no puedan ya agarrarse a sus satisfacciones, satisfacciones que no son en el fondo tales". Tal vez yo, en aquel momento, no quería que me sacudieran y me resistí a introducirme en el mundo de Pina. También pensé al leer el libro de Hoghe en algo que se dice acerca del carácter germano y el latino, las diferencias entre la interiorización de los países nórdicos y una tradición teatral mucho mas exteriorista, impresionista, de los países mediterráneos. Y es que a veces también dan ganas de sacar la cabeza y ver el exterior, pero nadie como Pina para bucear por ese interior que a veces no queremos escuchar y que, como ella misma dice: "trasluce al exterior por mas que queramos esconderlo". Posiblemente el lenguaje mas adecuado es el que consigue reunir a los dos, el interior y el exterior porque al fin y al cabo el uno esta incompleto sin el otro.

No he visto mas obras de Pina Bausch, excepto Cafe Müller, pero en video y no puedo decir si hay una excesiva interiorización en ellos, pero desde luego en 1980 Ein stück... si que me sentí llevada desde dentro hacia fuera y viceversa. En cualquier caso, por lo que yo se, cualquier pieza suya por su forma de trabajo y los recursos que utiliza es algo fuera de lo usual que merece la pena ver.

Unas notas biográficas

Pina Bausch nació en Solingen (Alemania) en 1940. Comenzó sus estudios con 14 años, bajo la dirección de Kurt Joos en la Escuela Folkwang, donde se graduo en 1959. Recibió una beca del Programa de intercambio Germano Americano para ir a Estados Unidos, estudiando en la Juilliard School de Nueva York. En esta época bailo con la compañía Paul Sanasardo & Danya Feuer Dance.

Tras sus contratos con el New American Ballet y la Metropolitan Opera, volvió a Alemania en 1962, convirtiéndose en la principal bailarina del nuevo Folkwang-Ballet tomando en los años siguientes el liderazgo de la compañía.

En 1973 marcho a Wuppertal donde fundo el Tanztheater Wuppertal.

Es esta una compañía que bajo la dirección artística de Pina Bausch ha estado trabajando en el teatro municipal de la ciudad de Wuppertal desde 1974. Baush ha creado 21 trabajos diferentes en todo este tiempo, entre otras La consagraación de la Primavera (1975), Bluebeard (1977 y 1980) o Cafe Muller (1978).

Subvencionada por el Goethe Institute, la compañía ha viajado por todo Latinoamérica, el Sudeste Asiático y Australia. Asimismo han actuado en varios festivales: Nancy, Belgrado, Edimburgo, Colonia, Berlín, Munich, Hamburgo, Viena, Venecia, Bruselas, Holanda... y actuaciones en Paris, Londres, Roma, Milán (La Scala), Parma, Torino, Barcelona, Nueva York o Toronto.


Artículo 3.-

La danza teatro de Pina Bausch

Danza Abstracta y Psicodrama Analítico.

Tras formarse con Kurt Jooss en Alemania y pasar una temporada en la Juilliard School de Nueva York, vuelve a su país y comienza a trabajar en el hoy mítico Tanztheater de Wuppertal, que dirige desde 1973. Allí, muy pronto se convierte en la creadora de ese rico y extremadamente complejo territorio que se ha denominado Teatro-Danza.

Por Adolfo Vásquez Rocca



1. 

Pina Bausch –1940– es quien revive el espíritu de la danza alemana al crear el teatro-danza. De su mano y del trabajo de sus bailarines han surgido piezas tan emblemáticas como “Ifigenia en Táuride”, "Café Mueller" (1978), "Bandoneón" (1987), y muchas otras, tan discutidas como admiradas en todo el mundo.


Tras formarse con Kurt Jooss en Alemania y pasar una temporada en la Juilliard School de Nueva York, vuelve a su país y comienza a trabajar en el hoy mítico Tanztheater de Wuppertal, que dirige desde 1973. Allí, muy pronto se convierte en la creadora de ese rico y extremadamente complejo territorio que se ha denominado Teatro-Danza.


plan

Pina Bausch precozmente rupturista, testigo de una época desgarrada, donde con la devastación de los cimientos desaparece también el suelo de nuestras certezas más sagradas, se sitúa en la primera fila de la escena de avanzada, desde donde, reinventando el movimiento primigenio de la danza, reducida a los pocos movimientos posibles para una época crítica, actúa impulsada por un afán de acotar –en un ajuste de cuestas con las categorías impuestas del buen gusto y la belleza– los modelos canonizados del “cuerpo ideal” para mostrar una realidad heterogénea en la que el movimiento adquiere un enorme poder trasgresor.

Pina Bausch, que ha sido distinguida con numerosos premios de danza de todo el mundo, nunca se pronuncia en forma pública sobre sus obras, porque esta mujer parca en palabras prefiere que hablen sus obras. En las fiestas después del estreno, la fumadora empedernida Pina Bausch prefiere mantenerse en segundo plano. Excepciones han sido hasta ahora dos apariciones en el cine con los directores Federico Fellini y Pedro Almodóvar.

2.

La danza corre el riesgo de disolverse si continúa narcisistamente contemplándose a sí misma. La danza contemporánea ha encontrado una renovadora vertiente abstracta y expresionista, ampliando así sus fronteras, dejando de ser un género teatral diferenciado, para constituirse en una manifestación más de los procesos de hibridación propios de la sensibilidad postmoderna. Las fronteras entre teatro, plástica, danza y literatura se difuminan en un espejo que le devuelve su imagen ampliada y, hasta cierto punto deformada de sus propios orígenes siendo y no siendo ballet, siendo y no siendo teatro, plástica, danza literatura e incluso filosofía.


Bandoneon, 1980 Kenji Takagi y Julie Shanahan - Foto: Jochen Viehoff

La danza expresionista, también llamada danza abstracta, nace en el contexto de la agitación de las grandes vanguardias europeas de comienzos del siglo XX. La danza tradicional, vinculada al ballet clásico, fue transformada mediante una nueva estética de movimiento corporal donde no impera ya el valor de la métrica, el ritmo, los saltos y pasos previamente establecidos. En la danza expresionista se recupera el movimiento libre, una interacción más dinámica con el espacio, y la posibilidad de la autoexpresión corporal.

El concepto de "ballet postmoderno", que apareció en los círculos especializados a fines de los años setenta, refiere a un conjunto de rupturas estético-expresivas, entre las que se cuentan –entre otras– la eliminación de la perspectiva unidimensional en provecho de un espacio abierto, ampliado, que responde en cierto modo a los descubrimientos de la física moderna; la revalorización de la dimensión cotidiana, el continuo de lo humano, en sus manifestaciones aparentemente triviales y pedestres, incluyendo en esta apertura la palabra, el ruido ambiente, en lo que constituye la irrupción de la música concreta al servicio de la danza; el abandono del entablado clásico por superficies naturales como el césped, la tierra, hojas secas, flores, e incluso el agua, son parte del estilo que alcanza su más plena expresión en las obras de Pina Bausch.

Las obras de Pina Bausch no siguen una estructura narrativa ni una progresión lineal. Se construyen más bien a partir de una serie de episodios. Múltiples acciones escénicas simultáneas, imágenes impactantes, la utilización de las experiencias específicas de sus bailarines, de actividades cotidianas, de textos dirigidos a menudo al público y de una gran variedad de músicas en la banda sonora son elementos que llevan el sello reconocible de Bausch y que han pasado a formar parte de un léxico de la danza-teatro en Europa. 

Las bailarinas y bailarines de las obras de Pina Bausch no guardan relación con el ideal de belleza de cuerpos o vestuarios; trozos de música de ópera o rock interfieren con lo que está ocurriendo en el escenario; y su estilo de "collage" hecho de fragmentos recuerda más bien al cine o a las bellas artes que a la danza. Generalmente los bailarines actúan sobre superficies cubiertas de agua hasta los tobillos o lodo o entre un mar de claveles de plástico.


Nelken (Claveles), 2005 

En lugar de la música convencional de ballet, el Teatro de Danza de Wuppertal ofrece historias profundas de la existencia misma que son creadas en largas y estrechas discusiones entre la jefa y los integrantes del cuerpo de baile. 

Su carácter nómada y su enorme curiosidad por las diferentes formas de vida conducen a Pina Bausch, desde los años ‘80, a realizar distintas “residencias” en algunas de las grandes capitales del mundo. Roma, Madrid, Lisboa, Estambul u Hong Kong han sido algunas de sus sedes. Todas sus obras se realizan con la ayuda de bailarines de diferentes razas y países, que, siguiendo el peculiar método de trabajo de la directora, se implican con sus propios miedos, sus propios deseos, sus complejos y, en suma, con su propia vulnerabilidad. Esto lleva a la utilización de toda la gestualidad del comportamiento cotidiano, tanto en lo íntimo como en lo social; un aluvión de gestos físicos y emocionales que la sabia mano de Pina Bausch recicla y reintegra en composiciones llenas de originalidad, ternura, irónica crueldad y, sobre todo, de una viva y cruda humanidad.

En la cartografía de los comportamientos humanos agresivos y potencialmente destructivos, latentes en la naturaleza humana, uno de los de elementos que concurre en la configuración de las artes escénicas contemporáneas –entre ellas la danza– es la dialéctica defensa-agresión. La expresión corporal escenifica la agresión ritualizada como campo de enfrentamiento en el que comparece la tensión, la competencia y el origen genético del comportamiento teatral, de la puesta en escena de nuestras pulsiones eróticas y thanáticas, de nuestras estrategias representacionales y modelos de seducción y agresión litúrgicos. A este respecto el Psicodrama Analítico ofrece no sólo la metodología adecuada de sublimación, socialización y producción de subjetividad singular y colectiva, en orden a redirigir el potencial thanático-agresivo del comportamiento humano, sino la estrategia más efectiva en la prevención de la violencia social.


Pina Bausch trabaja con sus propios miedos, sus deseos y complejos, su vulnerabilidad. Esto la lleva a emplear gestos desgarrados en sus coreografías, escenificando nuestra fantasmagórica intimidad y, en un registro de “lo terrible”, al modo de los expresionistas, sus obras se pueblan de crueldad e ironía, atravesadas por la fragilidad de las inseguridades identitarias, aforadas de sentimientos humanos tan elementales como la necesidad de ser amados o, al menos, odiados.

El espectador se convierte, también en el organizador de sus impulsos y de su experiencia estética. Por medio de la catarsis moviliza internamente la agresión no ejercitada o el erotismo anestesiado.


Tanzgeschichten (Historia de la danza)

3.

El éxito alcanzado por la artista no ha estado desprovisto de violentas controversias sobre su obra. El público de Wuppertal, por ejemplo, se encontraba dividido: por un lado, un grupo compacto de admiradores; por el otro, un frente de detractores convencidos, del que los más violentos cubrían a Pina Bausch de insultos y escupidas e intentaban arrancarle los cabellos, mientras otros la despertaban en la mitad de la noche con llamados telefónicos en los que la conminaban a dejar la ciudad.

La recepción de sus obras continuó siendo objeto de controversias en los ‘90. Así como en Roma algunos fanáticos pagaban diez veces el precio de una entrada, poco después, en Londres, un crítico abandonó la función y escribió al día siguiente: "Es mejor pasear por la desapacible noche londinense que sufrir los suplicios de un espectáculo de Pina Bausch en el Sadler's Wells”.

Pina Bausch ha explorado el lado más despiadado y desesperado del ser humano, por ello no es casualidad que Pina Bausch y sus obras hayan provocado reacciones tan extremas y tan antitéticas; tampoco es casual que reclamen tomas de posiciones inequívocas. Todas sus piezas tratan sobre cuestiones fundamentales de la condición humana y obligan al público a confrontarse con estos problemas: el amor y la angustia, la nostalgia y la tristeza, la soledad, la frustración y el terror, la infancia y la vejez, la muerte, la explotación del hombre por el hombre, la memoria y el olvido.


Por Adolfo Vásquez Rocca

Doctor en Filosofía UCM 

Artículo 4.-

Pina Basuch y la danza teatro

Desde 1973 la Bausch dirige su propia compañía de danza, el Tanztheater Wuppertal, que se convirtió en sinónimo de excelencia para el teatro-danza en el mundo.

Aunque viaja muchísimo con su ensamble siempre vuelve a la ignota ciudad a orillas del río Wupper.

A pesar del éxito mundial, que le abrió las puertas de todos los grandes teatros, Pina Bausch optó por quedarse en Wuppertal. 


Desde 1973 la Bausch dirige su propia compañía, el Tanztheater Wuppertal, que se convirtió en sinónimo de excelencia para el teatro-danza en el mundo. Aunque viaja muchísimo con su ensamble siempre vuelve a la ignota ciudad a orillas del río Wupper. En Wuppertal creó más de 30 coreografías, muchas de ellas en cooperación con instituciones culturales de otros países. Pina Bausch considera imprescindible viajar, en el sentido más amplio de la palabra: tanto dentro de sí, como explorando otras culturas. 

Es famosa por la energía con la que se lanza en estos viajes exploratorios. Por ejemplo, en Los Angeles, preparando Nur Du (Solamente tú, 1996), visitó clubes de música salsa, bares de strip-tease, un club de boxeo y un templo budista. Pina Bausch no pretende hacer la réplica exacta de un determinado lugar, sino más bien reflejar las impresiones recogidas por ella y sus bailarines. “No me interesa cómo se mueve el ser humano, sino aquello que lo conmueve”, explica la coreógrafa. A pesar del éxito mundial, que le abrió las puertas de todos los grandes teatros, Pina Bausch optó por quedarse en Wuppertal. El dramaturgo alemán Heiner Müller alguna vez dijo que “solamente en la provincia surge la creatividad, no en las grandes ciudades”, corroborando de este modo la opción de la Bausch.

Pina Bausch en la India. Claveles

El "teatro-danza se ha convertido en tal arqueología de maneras de la vida. ¿El gesto, el movimiento y el espacio son elementos de una estética de los límites de esa travesía, que intenta desarrollar una nueva manera de percibir, en oposición a los mundos confeccionados por imágenes que tratan de forzar nuestros modos de pensar?". (Inge Baxmann, 1990)

En 1994, la célebre coreógrafa alemana presentó su obra Claveles en cinco ciudades de la India; el documental da cuenta de su encuentro con la cultura y la ancestral danza sagrada de la India, del Tanztheater de Pina Bausch, su rutina de trabajo y el proceso de creación, que con frecuencia comienza en los viajes. A la relajada disciplina de recoger impresiones de las diferentes culturas que visitan, siguen luego en Wuppertal su transformación en ideas escénicas y los ensayos. Todo bajo la guía de una observadora minuciosa, de una creadora segura, Pina Bausch, quien con trazo ágil e ironía retrata el mundo actual y, al mismo tiempo lo reinventa. 


Teatro Danza: Teatro de la Danza

Esta denominación se ha utilizado cada vez más en Occidente especialmente en la última década. Fue restablecido por un grupo de coreógrafos alemanes contemporáneos -tales como Pina Bausch, Gerhard Bohner, Reinhild Hoffmann, Hans Kresnik, y Susanne Linke- a principios de los años 70. El teatro contemporáneo alemán de la danza realiza fragmentos de la lengua, la danza y el teatro, incluyendo las diversas posibilidades del movimiento -funcionales, técnicos, diarios, teatrales, ilustrativos, etc.- obrando recíprocamente con diversas formas del arte. Hoy, los coreógrafos utilizan mundialmente el término para describir funcionamientos más allá de ajustes convencionales de la danza o del teatro, usando diversos medios para romper expectativas y abrir la opinión de las audiencias.

Interrumpido por la Segunda Guerra Mundial y el Nazismo, el teatro alemán de la danza se inicia con el austro-hungaro Rudolf von Laban (1879-1958) en los tempranos años veinte. Laban utilizó el término para describir los fragmentos que incorporaban movimientos cotidianos y simples en una forma narrativa, cómica o más abstracta, basada en correspondencias armoniosas entre la dinámica el movimiento y el espacio. Su sistema se convirtió en una referencia importante en las artes de ejecución contemporáneas -educación, composición, y estética/teoría- así como en terapias del cuerpo.Desde que las teorías de Laban presentaron pensamiento-sensación-actuar integrados en danzas significativas, comprensibles, el teatro contemporáneo de la danza ha propuesto una identidad humana hecha de fragmentos y significada por las rupturas de la danza tradicional. Tales características refieren a la estética y a la actitud moderna y postmoderna. Pero un nuevo siglo exige otros acercamientos cada vez más relacionados a términos tales como multiculturalismo, interculturalismo y transculturalismo y así las culturas tradicionales han ganado una atención especial.

¿Puede Pina Bausch ser considerada la madre de esta tendencia? El teatro contemporáneo alemán de la danza, ha explorado en ese sentido. Ha desarrollado investigaciones en sitios en torno al globo, incluyendo la India (1994) y el Brasil (2000). De nuevo a Wuppertal después de que su viaje indio, sus bailarines -originalmente de más de diez diversos países de casi todos los continentes- tuvieron clases de danza india clásica por alrededor de medio año, como parte de su entrenamiento técnico diario.

Si las tradiciones, si “... el significado no se descubre, excavando la profundidad oculta del pasado, éste no necesita ser insertado en nuevas formas para ser contemporáneo. El pasado está ya presente en el futuro de una tradición, en el flujo de la exploración y del desarrollo de sus propios principios en diversos cuerpos y lugares. La interacción natural e inevitable entre la tradición y el progreso se contiene en el refinamiento de una tradición.

Pina Bausch at BAM - Photo courtesy of Stephanie Berger


Acerca de Nelken (Claveles) - Estreno: 30 de diciembre de 1982

Bausch señaló una vez que el inicio de la década de 1980 fue un tiempo en que se concentró en el mundo y nuestro miedo por la violencia y el desastre. En Claveles, el performer juega de manera creciente juegos infantiles viciosos mientras es vigilado por guardias y perros. Desde mediados de esa década, Bausch ha creado un numero de trabajos inspirados por lugares en los que su compañía ha pasado un tiempo recopilando información. En Claveles, Bausch mira de manera indiferente dentro del ojo de la violencia. Utilizando veintiún bailarines y cuatro dobles, la danza incluye una escena en la que una fila de bailarines, hombro con hombro, dan un paso tras otro, aplastando con su marcha las flores que cubren el piso (...) Utilizando técnicas de repetición y monotonía, los bailarines brillan estoicamente en lo brutal y lo licencioso. (...)

Intentar traducir la audacia y el impacto abrumador de Nelken de Pina Bausch es como intentar describir la visión de un fantasma detallando su aspecto. Uno podría decir: se trata de una escena cubierta por completo de claveles rosados donde una muchacha, casi desnuda, camina a través llevando un acordeón. O, visualice a grupos de hombres saltando como conejos alrededor de este campo hermoso vestidos de señoras, a pesar del Alsaciano que vigila los límites y del burócrata que intenta comprobar sus pasaportes. O, un hombre solo expresando en lenguaje sordomudo las palabras de El Hombre que Amo de Gershwin. Pina Bausch aborda así lo miserable y lo fotografía; sus elocuciones son tan mágicas, que resulta una sorpresa ver cómo todo lo torna lírico y divertido -y cómo logra hacerle encontrar su vía hacia el subconsciente. (Marrón De Ismene. El Telégrafo. 4 de septiembre de 1995) 

“Con todo su humor (y hay una dosis considerable), los ‘claveles’ preguntan cómo es posible el amor en el mundo en el cual vivimos. La vista ocasional de dos pastores alemanes en patrulla con sus perros amaestrados, es una de las demostraciones metafóricas más directas posibles de Srta. Bausch. El motivo del mundo como estado de policía nunca se pierde en la obra. En varias ocasiones, un oficiante ubicuo de policía secreto pide a los actores mostrar sus pasaportes oficiales. Agregue cuatro profesionales especialistas que entre sus negocios incluyen saltar hacia abajo desde dos andamios altos, y un elemento deliberadamente inquietante aparece. Constantemente la mezcla de siniestro y suave.” (Ana Kisselgoff. Times (New York). July 7th, 1988) 

“Los ejemplos del abuso autoritario son arrojados a nuestra cara. Los bailarines experimentaron una humillación ritual, sometidos como internos del campo de concentración a degradación tras degradación. Secuencias angustiantes de una violencia infligidas a sí mismos, mientras otros se retuercen de horror. Sí, hay una perversa fascinación en mirar cómo Bausch empuja a su valiente troupe. Y admiración indudable verificando su extraordinario control físico y mental. El humor, cuando llega, es inesperado, eficaz, pero lo que en Nelken es más grato y gratificante son los juegos de participación con la audiencia, los ejercicios del drama adolescente; la histeria vocal; los cambios frecuentes de traje.” (Debra Craine. Times (London) September 5th, 1995. 


Photo Huseyin Karabey


Selección de trabajos

1968 

1975

1976

•Crea su primera coreografía, Fragment, para el ballet Folkwang, con música de Béla Bartók.

•19743 - Fritz. Noche de Danza por Pina Bausch. Música: Gustav Mahler, Wolfgang Hufschmidt. El programa se completaba con La Mesa Verde, con coreografía de Kurt Jooss y Rodeo, con coreografia de Agnes de Mille.

•Iphigenie auf Tauris. Ópera-danza. Música: Christoph W.Gluck.

•Ich Bring Dich Um Die Ecke. Trabajo con música pop.

•Adagio. Fünf Lieder von Gustav Mahler. En diciembre, Großstadt por Kurt Jooss fue agregado a este programa.

•Free-Jazz Improvisations. Coreografía para la Revue Zwei Krawatten, con Detlef Schönenberg y Günter Christmann en los instrumentos.

•Orpheus und Eurydike. Ópera-danza. Música: Christoph W.Gluck.

•FRÜHLINGSOPFER. Wind von West (Viento del Oeste), Der zweite Frühling (La Segunda Primavera) y Le Sacre du Printemps (La Consagración de la Primavera), tres coreografías de Pina Bausch con música de Igor Stravinsky.

1977

•Die Sieben Todsünden (Los Siete Pecados Capitales) con Los Siete Pecados Capitales de la Pequenia Burguesía y No Tengas Miedo de Bailar. Música: Kurt Weill. Texto: Bertolt Brecht

1978

1979

•Blaubart. Beim Anhören Einer Tonbandaugnahme von Bela Bartoks "Herzog Blaubarts Burg" (Barbazul-Escuchando una Cinta con la Grabación de “El castillo de Barbazul” de Bela Bartok).

•Komm Tanz mit Mir (Ven a Bailar Conmigo) [en otra reseña esta pieza está fechada en 1975].

•Renate Wandert Aus. (Renate Emigra). Opereta por Pina Bausch.

•Er Nimmt Sie An Der Hand Und Führt Sie In Das Schloss, Die Anderen Folgen... (Él la Tomó de la Mano y la Llevó dentro del Castillo, los Otros los Siguieron...).Coproducción con Schauspielhaus Bochum.

•Cafe Müller.

•Kontakthof.

•Arien

•Keuschheitslegende (La Leyenda de la Castidad).

1980 - 1984

•Ein Stück von Pina Bausch.

•Bandoneón.

1982

•Walzer. En coproducción con el "Holland-Festival"

•Actuación en el film de Federico Fellini's E la nave va.

•Nelken (Claveles)

1984

•Auf dem Gebirge Hat Man Ein Geschrei Gehört (Sobre la Montania se Escuchó un Llanto).

1985

•Two Cigarettes In The Dark (Dos Cigarrillos en la Oscuridad).

1986

•Viktor. Coproducción con el Teatro Argentina de Roma

1987

•Ahnen

1989

•Palermo Palermo. Coproducción con el Teatro Biondo de Palermo y Andres Neumann International.

1990

•The Plaint of the Emperess. Film dirigido por Pina Bausch

1991

•Tanzabend II. Coproducción con el Festival de Otoño de Madrid

1993

•Das Stück mit dem Schiff. (La Pieza con el Barco).

1994

•Ein Trauerspiel. Coproducción con el Festival de Viena.

1995

•Danzón

1996

•Nur Du (Sólo Tú). Coproducción con la University of California (Los Angeles), la Arizona State University, la University of California (Berkley), la University of Texas (Austin), Darlene Neel Presentations, Rena Shagan Associates, Inc. y The Music Center Inc.

1997

•Der Fensterputzer (El Lavaventanas). Coproducció con la Hong Kong Arts Festival Society y el Goethe Institute Hong Kong.

1998

•Masurca Fogo. Coproducción con la EXPO 98 Lisbon y el Goethe Institute Lisbon

•Dirige la ópera Herzog Bluebeard's Castle by Béla Barók para el Festival International d'Art Lyrique d'Aix-en-Provence con dirección musical de Pierre Boulez.

•Ein Fest in Wuppertal 25 Jahre Tanztheater Pina Bausch 9.-31. Oktober 1998. Programa con amigos y artistas de todo el mundo como festejo del cuarto de siglo del Tanztheater de Pina Bausch.

1999

•Dido. Coproducción con el Teatro Argentina de Roma y Neumann Productions

2000

•Wiesenland. Coproducción con el Goethe Institute Budapest y el Théâtre de la Ville, Paris.

2001

•Aqua. Coproducción con Brasilia, el Goethe Institut Sao Paulo y Emilio Kalil

•Ein Fest in Wuppertal. Tanztheater Pina Bausch. 12.-28. Oktober 2001.

2002

•Für die Kinder von Gestern, Heute und Morgen.

•Con Cafe Müller y Mazurca Fogo, participa del film de Pedro Almodóvar hable con Ella.

2003

•Nefés. Coproducción con el International Istanbul Theatre Festival y la Istanbul Foundation of Culture and Arts.


Selección de premios:

•1958. Premio Folkwang

•1986. Cruz al Mérito de la República Federal de Alemania

•1987. Premio de la Dance Critics Society de Japón

•1993. Medalla Picasso de la UNESCO

•1997. Gran Cruz al Mérito de la RFA, Anillo de Honor de la Ciudad de Wuppertal

•1998. Harry Edmonds Award, International House New York

•1999. Laurea Honoris Causa de la Universidad de Bologna

•2000. Life Time Achievement Award, Istanbul Festival 2000

•2003. Chevalier de l'Ordre National de la Légion d'Honneur, París


Photo: Stephanie Berger: Nazareth Panadero with Pascal Merighi in 

Pina Bausch’s Für die Kinder von gestern, heute und Morgen


ROMERO, Alicia, GIMÉNEZ, Marcelo (sel., trad., notas) [2004]. “Pina Bausch”, en ROMERO, Alicia (dir.). De Artes y Pasiones. Buenos Aires: 2005. www.deartesypasiones.com.ar



Artículo 5.

Cafe Müller y la Consagración de Pina Bausch


Los años setenta tuvieron que haber sido de los más intensos y creativos para Pina Bausch. 

Lo hemos visto anoche en el Liceu con dos de sus clásicos: Cafe Müller y La Consagración de la primavera.

Queda claro que Bausch, posee la aptitud de transmitir su propia manera de ver el mundo, y sobre todo, de establecer un estilo propio dentro de los parámetros del arte contemporáneo para proyectarlo.

Por Carolina de Pedro Pascual

Fotos Manu Lozano


Lánguida, alta y extremadamente delgada, dentro de una delicada y fina túnica blanca como único abrigo, comienza a bailar la música de Purcell que ha escogido para Cafe Müller. Con los ojos cerrados y en medio de un salón vacío de calor humano, pero con sillas esparcidas por toda la escena, su imagen es la viva presencia de un ser humano solo, abandonado y desamparado.

Bausch deja una triste sensación de soledad, contagiando angustia y desgarro. Café Müller es pura tristeza, cuarenta y cinco minutos de pura melancolía.

Los otros personajes son interpretados por artistas de la Tanztheater Wuppertal: Aida Vainieri y Dominique Mercy. Realizan una magnífica puesta en escena en la que recrean una pareja que transmite, en su frenética unión, exasperación, desesperación, temor, el terrible temor de sentirse solos, abandonados a sí mismos, a su frágil necesidad de caricias y sobre todo de amor. Celebran su vínculo, a través de desesperados movimientos en cadena de repetición constante, conducidos al ritmo de su entrecortada y agitada respiración.

En la historia surge un caballero que los domina a ambos y por momentos los separa, y otro que se dedica a mover las sillas para que Vainieri, en su nostálgico baile similar al de Bausch, no se las lleve por delante, no encuentre obstáculos en su camino. Ambas mujeres interpretan una coreografía parecida, se golpean, como castigándose, varias veces contra una pared lateral y están con los ojos cerrados todo el tiempo. Ambas, transmiten dolor y desprotección.

Entre sus míticos bailarines se distingue, la que para mí es absolutamente única e irreemplazable: Nazareth Panadero. Una excelente actriz y bailarina, es un producto cien por cien Bausch. Su actuación en Nefés del 2006 en Madrid fue magnífica y ella es admirable por donde se la mire. 

La escenografía consta de muchas sillas vacías y esparcidas por todo el escenario y una puerta giratoria, en la que el personaje principal, Pina Bausch, en cierto momento queda atrapado, girando sin poder parar, como el dolor y la ausencia de satisfacción que expresa constantemente en su rostro y en sus movimientos. 

Panadero hipnotiza en escena. Su cuerpo es el de una mujer madura, en donde se puede apreciar el peso de la danza y de los años. Representa una figura que camina nerviosamente de un lado hacia otro, como perdida. Circula, sobre unos tacones rosas y una peluca pelirroja, con un bonito vestido color celeste y un maquillaje llamativo. Al final, manifiesta el gesto protector y compasivo que se ha de espera de todo ser humano: el despojarse de algo propio para proveer de ayuda al prójimo. 


Cafe Müller - Nazareth Panadero - Tanztheater Wuppertal - Foto Manu Lozano


Panadero se despoja de su abrigo y su pelo rojo, y envuelve con ellos, a la depresiva mujer que deambula descalza y desprotegida bajo la música de Henry Purcell. 

De esta manera termina Cafe Müller. Pina Bausch sigue su camino, pero ahora su imagen es aun más lacerantemente depresiva, con una peluca ajena y un abrigo prestado. Todos estos componentes forman el clásico Müller creado en 1978.

El trato entre hombres y mujeres, y sus debilidades son un tema recurrente en las obras de la coreógrafa alemana. Las relaciones emocionales se muestran crudamente, sin tabúes, mediante la danza como canal de expresión y canalizador de sensaciones. Cuando miramos Cafe Müller, nuestros juicios y sensaciones, positivas y negativas, acerca de todo lo que esta sucediendo sobre las tablas, nos llegan cargadas de una ingeniosidad inimitable. Queda claro que Bausch posee la aptitud de transmitir su propia manera de ver el mundo, y sobre todo, de establecerla como propia, dentro de los parámetros del arte contemporáneo.

Compensa tremendo encierro de desolación, la fuerza y la pulsión de La Consagración de la Primavera (The Rite of Spring), el segundo clásico del programa, con coreografía de Bausch creada en 1975, con la inigualable música de Ígor Stravinski compuesta en 1913, quien para mí es el genio de la música. 

Cubierto de tierra, el escenario del Liceu, es abordado por toda compañía, hombres y mujeres que dan paso a un ritual de iniciación, quizá, el más conocido de la historia de la música y de la danza.

Resumiendo, es tanta la fuerza, la entrega y la energía transmitida de esta Consagración que el impacto es absolutamente emocionante. Trece hombres y trece mujeres inician un sacrificio terriblemente visceral. El mensaje es claro: los hombres son depredadores y mandan; las mujeres son victimas temerosas subordinadas y el silencio y el miedo un vínculo tácito. 

Un paño color rojo -el único color en toda la obra - predomina no sólo por su significado tan obvio y cruel, sino, porque es fácil de destacar en un escenario manchado y embarrado por la mezcla de tierra y sudor que hacen de esta, a mi entender, absoluta Consagración.

Biografía Pina Bausch



Desde niña Pina Bausch “bailó sus sentimientos”, prefería expresarse en movimientos antes que en palabras. Hoy la pequeña Pina Bausch es considerada por la crítica mundial la “mejor coreógrafa del siglo 20”. 



Pina Bausch nació el 27 de julio de 1940 en la pequeña ciudad alemana de Solingen, como hija de un tabernero. Inicia sus estudios de danza en 1955 en la Escuela Superior Folkwang de Essen, dirigida por Kurt Jooss. Sus maestros fueron, entre otros: Trude Pohl, Anne Wooliams, Audrey Harman, Cleo Nordi, David Poole, Valentin Prorwitsch, Irén Bartos, Ilona Haan-Ireghy, Gisela Reber, Isa Partsch-Bergsohn, Hans Züllig, Anna Markard, Alfredo Corvino, Walther Nicks, Pearl Lang, Denis Carey, Lucas Hoving, Matt Mattox y Albrecht Knust. En 1958 se gradúa en danza escénica y pedagogía de la danza.

En 1959 obtiene una beca del Servicio Alemán de Intercambio Académico (DAAD), que le permitió perfeccionarse en EE.UU. durante tres años. Allí fue estudiante especial en la escuela Juillard de Nueva York, donde tomó clases con José Limon, Margaret Craske, Louis Horst, Mary Hinkson, Ethel Winter, Helen Mc Ghee, Herbert Ross y La Meri, entre otros.

Después de integrar diversas compañías de danza estadounidenses, la joven bailarina regresa a Alemania en 1962, invitada a trabajar como solista en el recién fundado Folkwang Ballett, bajo la dirección de Kurt Jooss. El nuevo ensamble pronto es aclamado internacionalmente y además de realizar giras por Holanda, Bélgica y la Ex-RDA, se presenta en los festivales de Salzburgo, The Two Worlds Spoleto o el Jacob’s Pillow, por nombrar sólo algunos. 


"No me interesa cómo se mueve el ser humano, sino aquello que lo conmueve."


De bailarina a coréografa

Al finalizar la década de los 60, Pina Bausch obtiene cada vez más reconocimiento como coreógrafa. El complejo relacionamiento entre hombres y mujeres es un tema reiterativo de sus piezas, a lo largo de toda su carrera. Su destreza radica en mostrar las debilidades de ambos géneros, mujeres y hombres como víctimas y victimarios. Ya sus primeras coreografías, aún las más tradicionales, basadas en grandes textos de la literatura mundial o piezas musicales, dejaban entrever que algo nuevo estaba surgiendo. La artista expresaba los temas existenciales, como la vida y la muerte, a través de imágenes visionarias y de una fuerza arcaica inusual para la época. A partir de ese momento dejó de contar una historia, para contar varias historias pequeñas sobre el amor y la ternura, la soledad y el poder.

Durante toda su carrera Pina Bausch se atrevió a ir más allá de las convenciones fijadas y experimentó con improvisaciones de free-jazz, balletts sobre canciones de moda o coreografiando música de Bertolt Brecht y Kurt Weill. En 1969, luego de haber ganado el primer premio en el concurso coreográfico de Colonia, asume la dirección del Estudio de Danza Folkwang y comienza su trabajo docente en la Escuela Superior Folkwang.


El misterio de Wuppertal

Desde 1973 la Bausch dirige su propia compañía, el Tanztheater Wuppertal, que se convirtió en sinónimo de excelencia para el teatro-danza en el mundo. Aunque viaja muchísimo con su ensamble siempre vuelve a la ignota ciudad a orillas del río Wupper. En Wuppertal creó más de 30 coreografías, muchas de ellas en cooperación con instituciones culturales de otros países. Pina Bausch considera imprescindible viajar, en el sentido más amplio de la palabra: tanto dentro de sí, como explorando otras culturas. Es famosa por la energía con la que se lanza en estos viajes exploratorios. Por ejemplo, en Los Angeles, preparando "Nur Du" (Solamente tú, 1996), visitó clubes de música salsa, bares de strip-tease, un club de boxeo y un templo budista. Pina Bausch no pretende hacer la réplica exacta de un determinado lugar, sino más bien reflejar las impresiones recogidas por ella y sus bailarines. “No me interesa cómo se mueve el ser humano, sino aquello que lo conmueve”, explica la coreógrafa.

A pesar del éxito mundial, que le abrió las puertas de todos los grandes teatros, Pina Bausch optó por quedarse en Wuppertal. El dramaturgo alemán Heiner Müller alguna vez dijo que “solamente en la provincia surge la creatividad, no en las grandes ciudades”, corroborando de este modo la opción de la Bausch. 


"El trabajo de mis amigos artistas, que admiro y respeto, me anima a continuar mi propio camino creativo."


Tómelo o déjelo

En octubre de 1985 la artista pasa a ser directora del área de danza de la Escuela Superior Folkwang. Gracias a su visión innovadora y su interés por el teatro-danza en otros países, obtiene en el mismo año el premio de la crítica. Con el Tanztheater Wuppertal viaja por Israel (1988), Japón e Italia (1989).

Su racha de éxitos continuó también en los años 90: su puesta en escena de “Orfeo y Eurídice” de Gluck, en 1991, fue un éxito rotundo. En 1993, a los 53 años de edad, actúa como solista en “Café Müller”, una de sus primeras creaciones. Con motivo del 25 aniversario de su compañía, en 1998, invita a grandes artistas de todo el mundo a celebrar el cumpleaños con ella sobre el escenario. A la invitación acuden, entre otros, Michail Baryshnikov y William Forsythe, pero también el cantautor brasileño Caetano Veloso o el diseñador de moda japonés Yoshi Yamamoto. En el programa del festejo, Pina Bausch describe a los artistas invitados como “amigos cuyo arte, que admiro y respeto, me anima a continuar mi propio camino creativo”.

La grácil Pina Bausch logra que el mundo entero vaya a Wuppertal, no sólo sus fervientes admiradores la siguen, sino también los críticos de danza y teatro e incluso sus detractores. Porque, aunque Pina Bausch divide al público, lo cierto es que sus revolucionarias puestas en escena fascinan a seguidores y escépticos por igual.


Cualquiera es un bailarín

En el año 2001, Pina Bausch se lanza en otra audaz aventura danzada: repone la obra “Kontakthof” (Patio de contacto), que había creado en 1978. Pero, en lugar de contratar nuevos bailarines profesionales para la segunda puesta en escena, busca aficionados a través de un anuncio en el diario de Wuppertal. La única condición de deben cumplir los bailarines en este caso es: ser mayores de 65 años de edad. Pina Bausch seleccionó a un grupo de 25 jubilados, que ensayaron durante un año los pasos y gestos de la coreografía, supervisados por Jo Ann Endicott y Beatrice Libonati, integrantes del equipo original de “Kontakthof”. El resultado obtenido fue asombroso: 13 mujeres y 12 hombres de la tercera edad ofrecen teatro-danza al mejor nivel, manteniéndose siempre fieles a la obra original. “Kontakthof”, ubicada en el ambiente de los salones de danza, trata de pequeños fracasos, desesperados intentos de acercamiento y de la frágil línea entre la ternura y la brutalidad. El hecho de ver sobre el escenario a personas mayores tan desamparadas y despiadadas otorga otro cariz a la obra.

A lo largo de su carrera, Pina Bausch se ha alejado mucho del ballett clásico, que fue su punto de partida, para desarrollar un lenguaje corporal propio y convertirse en la principal referente en materia de teatro-danza, a nivel mundial. Redefinió por completo el género y fundió actuación, danza moderna y musical en un estilo nuevo y demostró que cada uno de nosotros puede ser un bailarín.


Selección de trabajos:

•1975 KOMM TANZ MIT MIR

•1978 CAFE MÜLLER

•1978 KONTAKTHOF

•1980 BANDONEON

•1982 Actuación en la película "E la nave va", de Federico Fellini

•1982 NELKEN

•1989 PALERMO PALERMO

•1995 DANZÓN

•2001 AQUA, coproducción con el Instituto Goethe Sao Paulo

•2002 FÜR DIE KINDER VON GESTERN, HEUTE UND MORGEN

•2003 NEFÉS, coproducción con el International Istanbul Theatre Festival


Selección de premios:

•1958 Premio Folkwang

•1986 Cruz al mérito de la Rep.Fed. de Alemania

•1987 Premio de la Dance Critics Society Japón

•1993 Medalla Picasso de la UNESCO

•1997 Gran cruz al mérito de la RFA, Anillo de honor de la ciudad de Wuppertal

•1998 Harry Edmonds Award, International House New York

•1999 Laurea honoris causa de la Universidad de Bologna

•2000 Life Time Achievement Award Istanbul Festival 2000

•2003 Chevalier de l'Ordre National de la Légion d'Honneur, París


Por Valeria Risi


Pina von Walter Vogel- Berlin (November 2001)


PINA BAUSCH - Frühe Portraits von Walter Vogel

Die Kleine Ausstellung im Tanzmuseum


Alle Achtung – die Frau hat Format! Pina Bausch, Choreographin und Direktorin des Tanztheaters Wuppertal hat mehr als nur den Tanz in Deutschland revolutioniert. Tanztheater made in Germany – undenkbar ohne die Arbeit der zarten, scheuen Persönlichkeit aus Wuppertal. Und immer waren und sind Photographen an ihrer Seite, denn wie kaum eine Choreographin pflegt sie ihr Repertoire und bietet damit immer wieder neuen Generationen von Tanzphotographen die Möglichkeit der individuellen bildkünstlerischen Auseinandersetzung mit ihrem Werk.

Einen ungewohnt persönlichen Blick auf die junge Pina Bausch ermöglicht nun der Photograph Walter Vogel, der gleichzeitig mit ihr in den 60er Jahren an der Folkwang-Hochschule in Essen studierte. „Pina" lautet der schlichte Titel seines ebenso sehens- wie lesenswerten Photo-Buches (Quadriga-Verlag) und anders als bei den vielen Publikationen über das Tanztheater Wuppertal und seine weltberühmte Choreographin steht endlich einmal Pina Bausch allein im Mittelpunkt.

Über drei Jahrzehnte schlummerten die Aufnahmen - Portrait- und Modephotos - aus den 60/70er Jahren im Negativarchiv des Photographen, bis sie mit der Publikation wieder öffentlich gemacht wurden. Für die Ausstellung in Köln hat Walter Vogel nun gemeinsam mit dem Deutschen Tanzarchiv Köln ein kleine Auswahl seiner hinreißenden frühen Portraits zusammengestellt und neu abgezogen.

Thomas Thorausch Página Oficial en Danza Ballet

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