EL EJE CORPORAL y SU APLICACION

El eje corporal, en lo que a danza clásica se refiere, es tan importante que su presencia en la ejecución del movimiento, o su ausencia, marcará el futuro y la formación muscular y estética del bailarín, así como su capacidad de resistencia para dominar los diversos grupos básicos de los pasos de la técnica académica clásica.

Un estudiante con el eje corporal correcto, se puede distinguir fácilmente por su movimiento noble, su musculatura alargada, elástica y potente, así como por un eficaz dominio del demiplié, movimiento presente en toda iniciación y final de la casi totalidad de los pasos de esta técnica, proceso que culminará con la correcta postura del cuello y torso, cuyo equilibrado porte será el exponente real de una buena colocación.

Un eje corporal incorrecto desfigurará la imagen del bailarín, quien ofrecerá una visión especialmente tensa, que podríamos denominar "tensión hinchada" a causa del bloqueo constante que se producirá en la parte superior del tronco (región del torso) y cuello, que soportarán equivocadamente la carga de una columna vertebral mal colocada y una pelvis, cuya mala situación postural y muscular desarrollarán unas masas musculares congestionadas, duras y faltas de flexibilidad y potencia. En este caso, la suma de todas estas posiciones de "carga" producirán una lucha con el propio peso corporal en un desgaste visible para la con quista del dinamismo y ataque de cada paso.

El protagonismo real en la búsqueda de un eje corporal correcto lo tiene, sin lugar a dudas, la región del tronco, parte de nuestra anatomía responsable de la positiva o negativa colocación de las extremidades superiores e inferiores (incluido el cuello), siendo la región pélvica sacra la zona de inserción, base de la columna, donde la musculatura profunda va a ejercer la función de enganche y sujeción más importante.

La posición correcta presupone un trabajo dirigido desde la mente. La musculatura profunda y externa del tronco será responsable de la elevación, en el primer caso, y el alargamiento, en el segundo, de esta zona. De este antagonismo se obtendrá el control y la potencia, que posibilitará libertad y belleza en el movimiento, así como el dinamismo encadenado que reciclándose en sí mismo irá alimentando el propio eje.

En cualquier modalidad danzada, el espectador puede observar (aunque no pueda explicarlo técnicamente) cuando un ejecutante posee un dominio pleno del movimiento que le permite "lanzarse" en el espacio con un desequilibrio aparente, siendo capaz de provocar y dominar los cambios más diversos de direcciones, equilibrios y allegros, distinguiendo instantáneamente la estrella de La danza de quien no lo es.

Esta diferencia tiene en su base (además de una serie de factores específicos diversos, como musicalidad, sensibilidad, armonía del movimiento, etcétera) la calidad del trabajo en su colocación y control de La región pélvica.

El eje corporal es, en nuestro concepto, un centro energético que poseemos y que atraviesa nuestro "centro" desde el infinito a tierra y viceversa, en un ininterrumpido vaivén.

La estructura vertical de la columna encuentra directa res puesta en el paralelismo horizontal de los anillos pélvico y torácico. El trabajo general muscular para un desarrollo correcto, responde a la "corriente" continua provocada por los movimientos de contracciónrelajación.

El movimiento de resistencia de la zona pélvica ( entendiéndose por resistencia la elevación, rotación y sujeción del complejo muscular de La zona) permitirá, además, el dominio del eje, la descarga del peso de la cadera y tronco sobre las piernas y pies. Los abdominales actuarán a modo de faja en La parte anteriorcentral del cuerpo, irradiando hacia las costillas y La región lumbar su control, equilibrando la cadera y sosteniendo la caja torácica. El tronco se amarra, protegido por la musculatura anteroposterior, a la cadera, utilizando un trabajo de oposición extensoraflexora.

El cuadradolombar, músculo extensor poderoso y corto, en conjunción con el psoas (flexor), conjuntamente con los músculos diversos profundos que se enganchan a La coLumna y el espinoso, potente entramado de la región lumbar , son responsables del equilibrio de La base de la columna y de la obtención del eje correcto.

La fuerza elevadoraresistente se transmite desde la parte anterior a la posterior, emitiéndose la fuerza correctora desde la región abdominal a la lumbar .

(Esta exposición corresponde a un trabajo que realizamos de forma práctica en las clases para la formación de bailarines; con resultados rápidos y positivos para la ejecución de una técnica exigente.)

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