Ballet en 2 actos
Coreografía y libreto: Georgy Koftun
Música: Vladimir Kachesov
Argumento
Con el sonido de las campanas la multitud se crea un nuevo Mal con la imagen del anciano Rasputin.
Al ser elegido como líder él la sume bajo su influencia. Gracias a su nata fuerza mágica, Rasputin, al conseguir salvar al hijo del zar de su enfermedad, sube al más alto escalón del poder. El ángel que protege a la familia del Zar intenta frenar la marcha del demonio, pero las fuerzas son están parejas.
El Parlamento no puede llevar la contraria al favorito de la familia del Zar. Los serviciales cortesanos inclinan sus cabezas ante él, pero guardan rencor. Al ver que todo le está permitido Rasputín invade las competencias del Parlamento y lleva una vida licenciosa habitual en orgías por todo San Petersburgo con prostitutas y hasta con las damas de alta cuna. El Zar no está contento con el anciano. Pero la Zarina le simpatiza ya que ha curado al hijo. Mientras el anciano está cerca, el niño está a salvo.
Rasputin disfruta de poder y veneración, mientras que, cada vez más, hunde el país en caos: aconseja al Zar entrar en una guerra que al final se pierde, y con esto empeora el nivel de vida en Rusia y la situación fuera del país. Nobles y generales, pierden la paciencia. Por la salvación de Rusia crece un complot contra Rasputin; éste, en su ira borracha, no hace más que ofenderles y humillarles.
Presintiendo la llegada de la catástrofe, tranquiliza sus miedos e iras en borrachos alborotos, libertinajes, tanto en tabernas como en Palacio. Mientras, la salud del hijo del zar empeora. La Zarina pide a Rasputin que siente la cabeza. Él intenta ayudar al zarevich, pero pronto todo vuelve a su desenfreno.
La paciencia se ha agotado. Rasputín cae en la trampa de los conspiradores y muere.
La familia del Zar esperaba su salvación con la ayuda de Rasputin, pero es la sombra del anciano quien los lleva al otro mundo.
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