APORTACIONES

EL BALLET EN LA OBRA DE WAGNER

EL BALLET EN LA OBRA DE WAGNER

«El arte perfecto, que pretende re velar al hombre completo y dirigirse al hombre completo, exigirá por tanto, siempre estos tres únicos medios de expresión: el gesto, la música y la poesía.» «

A pesar de esta afirmación, en muy pocas ocasiones nuestro pensamiento asociará el arte Wagneriano con la danza. Wagner es para la mayoría si nónimo de Opera, y ésta de música, por lo tanto la danza, si aparece, debe constituirse como un mero accesorio, un adorno que embellezca una bella partitura musical. Pero Wagner es algo mucho más complejo, no podemos definirlo tan sólo como un compositor de ópera, ya que también fue poeta, filósofo y teórico musical, un hombre que, según afirmaba, siempre se mantuvo enamorado aunque en ocasiones no supiera de quién.

Para entender su obra debe tomar se ésta en toda su amplitud; adentrar se en su música olvidando la poesía, sería parcelar un genio que alcanzó su plenitud en el compendio de las artes.

Su talento crea detractores o admiradores sumisos, nunca indiferencia; con él entra en juego la elección entre la ópera italiana y la alemana, surgen grandes diatribas sobre el estilo italiano y el wagneriano. Para el compositor alemán el modelo italiano resultaba artificial, cargado de excesivos adornos que en nada contribuían a formar un verdadero drama musical, por tanto la danza en cuanto a elemento ornamental debía ser sustituida, por ello encontramos que entre las 13 óperas que compuso sólo dos cuentan con ballet propiamente dicho.

«Cuando se trate de expresar claramente y sin dar lugar a malos entendidos lo que el hombre tiene de más elevado y verdadero, es necesario que éste se revela en su totalidad, cosa posible sólo cuando el cuerpo y el entendimiento se confundan y compenetren en íntima unión, pues ninguno de ellos aislado bastaría para dar una expresión perfecta del hombre.» (Escritos y poemas, R. Wagner) .

Según todo ello es infructuoso intentar expresar sólo con la danza o la música, ya que sólo se obtendrán resultados fragmentarios, pues cada arte corresponde a una facultad determinada: «el poeta y el músico colaboran en las artes de la danza y de la canción; en el primer caso se dirigen a la vista y el oído, en el segundo a la imaginación, Wagner no podía admitir, por tanto, que la danza fuera un elemento puramente ornamental de ahí la escasez del ballet en sus obras y sin embargo la importancia del gesto, la expresión y en definitiva del cuerpo como elemento comunicativo.

Podríamos destacar dos etapas en su obra creativa: sus inicios plenos de entusiasmo e influida por Feuerbach y una posterior de desengaño atormentado que podría ilustrar la filosofía de Schopenhauer.

Sus ideales políticos le valieron el destierro, su pasión vencida, el desasosiego amoroso. La conjunción de ello, su obra. Debemos ver en él a un reformador; su fin: construir una obra de dramaturgia lírica. No es anecdótico que eligiera la leyenda y la mitología como tema de sus obras más representativas. La mitología alemana simbolizaba a la vez su espíritu patriótico y sus teorías sobre las pasiones, el amor y la muerte. Como en otros muchos artistas, posiblemente en todos, vida y obra forman un paralelismo con causa y efecto. De su tortura personal surgió la muerte de Sigfrido y el ocaso de los dioses y que vuelven a la nada. Diría algún autor que su relación con Mathilde Wesendonck es tan capital en la biografía de Wagner como en la historia del Arte. Este suceso de su vida inició, con «Tristán e Isolda», la etapa más fructífera y la que dio sus más elaboradas creaciones: «Me preguntaba cuáles debían ser las conciones del arte para que éste pudiese inspirar al público un respeto in violable. ..fui a buscar el punto de partida en la antigua Grecia. Encontré en primer lugar la obra artística por excelencia: «el drama», en el cual la idea, por profunda que sea puede manifestarse con mayor claridad. ..la unión de todas las artes concurría a un mismo fin, es decir a la producción de

la obra artística más perfecta y la única verdadera. Esto me llevó a estudiar la relación de las distintas ramas del arte entre sí y después de haber captado la relación que existe entre la «plástica» y la «mímica», examiné la que hay entre la música y la poesía; y de este examen brotó súbitamente una claridad que disipó por completo las ti nieblas que hasta entonces me in quietaron». (R. Wagner, carta a Berlioz) .


Douo. Música de Wagner. Coreografía de Béjart.


Este fragmento nos sirve para con firmar lo que anteriormente hemos expuesto sobre la profundidad wagneriana. Palabra y música debían ir unidas, así podrían expresar lo que por separado quedaría tan sólo esbozado, juntas, pueden llegar a alcanzar el sentimiento expresivo, sólo accesible mediante esta unión .

A Wagner le interesaba la danza, como un arte necesario para expresar ideas, pero en sus óperas no aparece como un elemento más. El movimiento, sí hace acto de presencia, pero pocas veces aparecerá el ballet como algo externo, como el entreacto o los minutos de descanso entre un aria y la intervención del coro. ..

A parte de las dos óperas en las que podemos hablar de ballet «

Para Wagner París era la fortaleza in conquistable. Lo había intentado en varias ocasiones y siempre había topado con la indiferencia y la humillación, por eso significaba un reto para él. Por aquellos días, la mayoría de las óperas contaban con su ballet, y el gusto francés se declinaba hacia ello, así que el maestro realizó algunos cambios al respecto en su obra, para que esta contara con la aprobación del exigente público parisino. En esta ocasión el ballet pasó al primer acto. En el popular ballet denominado «La Bacanal» la danza es casi delirante; las ninfas se mueven bajo una coreo grafía sensual, no se trata tampoco del clásico ballet operístico, ya que es algo que forma parte integrante de la obra, no es un simple divertimento tanto por los personajes de la obra como para el público.

Según comenta Georges Farret, en un reciente artículo suyo, Wagner tuvo ciertos roces con Lucien Petipa (hermano de Marius Petipa) que se obstinaba en que dicha coreografía no era la apropiada para sus alumnas. El público dividió sus opiniones y deberían pasar algunos años hasta que alcanzara el éxito.

No podemos precisar qué autores contemporáneos han utilizado la música de Wagner en sus coreografías, aunque no resulta muy corriente, debido a su fuerte personalidad. Cuan do un ballet aparece en una ópera al ser un elemento aislado puede extraerse del contexto. y ser representado sin que por ello quede desangelado, pero los escasos ballets de Wagner o su propia música está concebida para ser representada en su conjunto, con toda su calidad de matices y no es corriente su utilización en solitario.

Pero grandes coreógrafos se han sentido seducidos por su música, así Maurice Bejart colaboró en los festiva les Bayreuth en 1961.

Poco ballet en sus obras pero gran respeto hacia la danza, podría ser una de sus máximas, idea que alabamos y reconocemos en este primer centenario de su muerte, en una melancólica Venecia que le acogió los últimos años de su vida. Centenario que ha conseguido que aquellos que se consideraban sus adeptos se recreen con la multitud de actos y los que no lo habían saboreado recuperen el tiempo perdido.

Un movimiento llamado danza


«Rienzi» fue la tercera ópera del artista alemán, tras «las hadas» y «la de fensa del amor» y consta de tres ballets. La obra nos presenta a Nicolás Rienzi, el último de los tribunos de la Roma Imperial, mostrándonos Su idealismo inicial. La coreografía más importante es el combate de los gladiadores, que aparece en el 2.0 acto. En él se representa el triunfo de la Roma clásica de un modo simbólico. Esta es quizá su obra más bailable, sin embargo es la más olvidada. En muy pocos teatros forma parte del repertorio habitual y es muy poco conocida, a pesar de que en su época obtuvo un considerable éxito, aunque no comparable al alcanzado posteriormente.

" Tanshaüser» está presidido por la dualidad: cuerpoespíritu, infierno cielo, Satán Dios. .., es el símbolo del enfrentamiento entre mundos antagónicos. En ella pretende rendir homenaje a la danza dándole un matiz lo suficientemente expresivo. Todas sus teorías sobre la igualdad poesía, música, danza; y la importancia de su con junción para entender el alma humana intenta aplicarlas en esta obra.

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