APORTACIONES

Indumentaria y Ballet

¿Cómo influenció el ballet en la historia de la moda?

Hoy los bailarines actúan con numerosas formas de vestuario, incluido el sencillo vestuario de ensayo que se usa en el estudio. Aunque utilizado por primera vez por el coreógrafo ruso-estadounidense George Balanchine por razones económicas, el vestuario de ensayo se elige por su simplicidad y claridad de línea.


El vestuario de los primeros ballets se componía simplemente de los ropajes elegantes de la época. El tutú, una falda acampanada de tela traslúcida, fue popularizado por Maria Taglioni en el ballet La sílfide (1832). 


Se fue haciendo más corto a lo largo del siglo y se convirtió en el atuendo típico de la bailarina. En 1910 se produjo un cambio rotundo en la moda, influenciado por el "Ballet Ruso" que recorría los escenarios europeos. El vestuario de ballet se hizo más variado bajo la influencia del coreógrafo ruso del siglo XX Mijaíl Fokin, que no se conformó con que la música, vestuario y decorado fueran meros acompañamientos de la danza. Los colores llamativos y la onda oriental, reemplazó la hegemonía en tonos pastel y las faldas largas. 

Bailarinas como la sensual Isadora Duncan y la enigmática Mata Hari, se transformaron en íconos de belleza seguidos mundialmente. Gracias a esta nueva moda las mujeres se atrevieron a desafiar los sólidos principios morales que las ataban y comenzaron a mostrar el cuerpo, lo que por supuesto no fue posible sin escándalo eclesiástico y machista de por medio. Los cuellos "hasta las orejas" dieron paso al escote en "V" y las faldas se acortaron levemente, dejando al descubierto los tobillos, cosa que también causó estupor en la época porque durante siglos las piernas femeninas habían sido el símbolo erótico que "provocaba la lujuria en los hombres" y que por lo tanto, debían ser escondidas. 


Mata Hari

En 1914 llegó la Primera Guerra Mundial. De dimensiones escalofriantes y trágicas consecuencias para el viejo continente, terminó por completo con la farándula y el lujo de la moda francesa e inglesa, en donde se encontraban las grandes casas de alta costura. Una vez finalizado el conflicto, en 1918, la falda campana dio paso a los cortes rectos, "tipo tubo". El tan utilizado corsé cambió de estrategia, ya que si antes se había usado para levantar el busto, ahora lo hacían para disminuirlo. El "corsé alisador" y los vestidos acinturados en la cadera, dibujaron el nuevo tipo de belleza y de mujer, las que buscaban parecerse más a los muchachos que a las antiguas beldades femeninas. 

Así surgió la mujer estilo Garzonne, quienes para lograr más aún el parecido con los hombres, se cortaron el pelo y perfilaron las cejas, comenzaron a salir a bailar y se borraron los antiguos patrones sociales que diferenciaban las clases. Ahora hasta era bien visto ser amiga o parecerse a las cortesanas de "vida alegre". 

En plena época de post guerra y representando a esta nueva generación de mujeres independientes y modernas, apareció la mítica Coco Chanel. Su estilo cómodo y práctico representaba la revolución femenina y la economía que debía surgir en época de recesión. Por esta razón, introdujo materiales más simples y baratos que el chiffon, el tul y la seda. Creó entonces los trajes de punto, tejidos finos que otorgaban más y mejor flexibilidad para la nueva mujer, la que además ponía énfasis en la práctica deportiva, incentivada por la reciente costumbre de ocupar el tiempo en algo útil. La mujer ya no era una utilidad en sí, sino que "hacía" cosas útiles. Con la crisis económica de 1929, la industria de la moda introdujo el lino como material en boga (debido a su bajo costo) y los materiales artificiales como las baratas medias de seda sintética que reemplazaron rápidamente a las antiguas de seda natural y que tenían un elevado costo. 


Greta Garbo Collection (Warner Bros Pictures)

En 1930 la pauta a seguir eran las actrices como Greta Garbo y Marlene Dietrich, mujeres de hombros anchos y caderas delicadas, altas y delgadas como una esfinge egipcia. En este período el punto erótico cambió desde las piernas hasta la espalda, la que era resaltada por prominentes escotes y que provocaba el delirio masculino. Ahora la mujer estaba envuelta con un halo de encanto, sensualidad y misterio. Los hombres sucumbían frente a esta belleza madura de movimientos felinos y mirada dormida; la mujer sacaba provecho de su cuerpo y no lo ocultaba por prejuicios moralistas. Fuente: http://bailes.astalaweb.com - Fotos seleccionadas por Danza Ballet


Tchaikovsky Pas de Deux - Costume George Balanchine


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