APORTACIONES

LA COREOGRAFÍA

I. Las herramientas de una coreografía

Todo coreógrafo antes de emprender una creación personal parte de unos planteamientos teóricos que lo conducen a seguir pautas concretas. Estos planteamientos teóricos son los que conforman los módulos sobre los cuales se construirá la estructura de la coreografía. Esta estructura no es «la» coreografía, es el soporte interno de lo que será. La cuestión de fondo es saber cuáles van a ser los materiales necesarios para construir. Un edificio se hace con cemento y ladrillos, hierro y hormigón, hierro y cristal, etc..., siempre hay unos materiales primarios que se toman en cuenta durante el estudio y planificación del edificio. El coreógrafo, antes de hacer nada, también define su materia prima. Doris Humphrey, en su libro «El arte de crear danzas» , habla de tener en cuenta: el diseño, la dinámica, el ritmo y la motivación. Ahora parece ser , según nos decía Doris Rudko en Colonia, que estos materiales se pueden resumir en tres: espacio, tiempo y energía.

Cogiendo un ejemplo de la vida corriente podemos observar cómo estos tres elementos trabajan de un modo conjunto, definiendo el movimiento.

Imaginemos a alguien andando.

¿Hacia qué dirección se dirige? ¿Anda dentro de un espacio grande o pequeño? ¿Da pasos grandes? ¿Curva ligeramente la espalda? ¿Flexiona su rodilla derecha más que la izquierda? ¿Gira sus tobillos hacia dentro? La respuesta a cada una de estas preguntas nos puede definir: a) el espacio direccional, b) el espacio que la contiene, C) el espacio absoluto que ocupa su cuerpo, d) el espacio relativo variable, que se crea gracias al espacio circundante y al espacio absoluto.

¿Cuánto tiempo ha utilizado para recorrer tal distancia? Cuando hace un paso con el pie izquierdo, ¿utiliza el mismo tiempo que cuando lo hace

con el pie derecho, hasta el punto de percatamos de una cierta cadencia rítmica? ¿El balanceo de los brazos sigue el ritmo de los pies? (...) Estas preguntas y otras del mismo estilo podraan determinar todo lo que hace referencia al tiempo de su movimiento.

¿Es una dinámica ligera la de su andar? ¿Su movimiento es entrecortado como si fuera un poco autómata? ¿Su paso es directo, firme, potente? ¿Qué estado de ánimo refleja su movimiento? ¿Qué podemos interpretar? Las respuestas nos llevaran a definir la energía en sus partes; pero en realidad éste existe con la presencia de las otras dos coordenadas.

Así como un volumen puede percibirse gracias a la altitud, profundidad y anchura. en la percepción del movimiento (consciente o inconsciente) se hace a través del espacio. tiempo y energía; tres coordenadas que nos definen este Todo tan complejo. al que llamamos: MOVIMIENTO.

En danza. a pesar de ser un arte muy específico. se engloba dentro del área general del movimiento del cuerpo humano y por tanto analizando a este último llegaremos a analizar , dentro del conjunto a la danza.

Así pues podemos partir del postulado de que el movimiento humano está formado por tres factores compactados en un todo; idea central que ilumina todas las áreas del movimiento del cuerpo humano. desde el trabajo, pasando por el deporte y el teatro hasta llegar a la danza.

Cada una de estas respuestas cae dentro de los tres capítulos menciona dos: espacio, tiempo, energía, con los cuales podemos definir el movimiento. La experiencia real de los tres factores pasa por la experiencia física de las tres coordenadas que forman un todo indisoluble. El movimiento del cuerpo humano puede ser analizado en cada una de sus partes constituyentes.


2. El binomio formal

espaciotiempo


Dentro de esta trilogía, hay que diferenciar dos mundos. De un lado el binomio espaciotiempo, del otro el mundo de la energía. El binomio técnico espaciotiempo, es el mundo de la ley matemática que rige la estructura de la coreografía. Es la regla dorada que objetiviza, la composición. El mundo de la energía es el que hace referencia al interior de la persona no codificable por leyes matemáticas y próximo a la especulación esotérica. Es lo que individualiza al movimiento y hace única la coreografía. Estos dos mundos se interrelacionan y hacen que el contenido (energía) se encarne en la forma, subjetivizándola. Del equilibrio de las dos acciones depende que nuestra coreografía sea entendida y sentida. Entendida por lo que afecta a nuestro raciocinio cartesiano, y sentida por lo que lleva de interno y subjetivo comunicable con nuestra sensibilidad.

El espacio y el tiempo son codificables. En su relación está la base técnica de la coreografía.

Por ejemplo cojamos las ordenadas de una gráfica de espacio (e) y de tiempo (t). (Fig. 1), de donde (t¡, t2, t3, t¡O.) son unidades temporales, y (el. e2, ...e4.) son unidades de espacio.

Dando a cada unidad de tiempo (t) un valor de espacio (e) , tendremos la sucesión de los binomios siguientes: (t¡e¡, t2e3, t3e2, t4e2, t5e¡, t6e¡, t7 e4, t8e¡, t9e3, t¡Oe~, y cuyo dibujo de la coreogafía será el siguiente. (Fig. 2, Fig. 3).

Leyendo la gráfica vemos que las medidas temporales no se repiten , puesto que en principio no podemos retroceder en el tiempo, mientras que las medidas espaciales van alternándose varias veces.

Mientras va sucediéndose la coreografía, vamos reiterando los espacios.

Tomemos ahora una nueva coreografía con las mismas unidades de tiempo (t) y de espacio (e) , pero con distinta combinación (tle4, t2el, t3e4, t4el, tSe4, t6el, t7e4, t8el, t9 e4, tlOe¡) .(Fig. 2 bis, Fig. 3 bis.) El dibujo de la segunda coreografía sobre puesto al de la primera, será el siguiente. (Fig. 4, Fig. 5) .


Leyendo de nuevo el dibujo nos damos cuenta de que por cada misma unidad de tiempo tenemos dos unida des de espacio. (tlele4, t2e3el, t3 e4e4, t4e2el, Y5ele4, t6elel, t7 e4e4, t8elel, t9e3e4, tlOe3ev. Es decir, que en la sucesión del tiempo, vamos dando dos valores simultáneos Y sincrónicos de espacio. El juego podría ser infinito. Pero siempre sería lo mismo: en una coreografía existen dos posibilidades analíticas distintas, la sucesibidad y la simultaneidad. De hecho nos permite hacer dos lecturas distintas Y complementarias de nuestra coreografía.

Con esta posibilidad de análisis, tenemos una herramienta que nos permite trabajar con exactitud. Es como si parásemos un fotograma de una película Y analizásemos la composición del encuadre o a la inversa.

No olvidemos que las composiciones espaciales puestas en movimiento, pierden su carácter estático y encuentran el suyo propio por el hecho de estar actuando en el tiempo.

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