DANZA EN LA EDAD MEDIA


INTRODUCCIÓN

Alrededor del año 100, los escritores latinos celebraban unánimes la grandeza del imperio. Setenta años más tarde, Odoacro se proclamaba rey de Roma, poniendo oficialmente fm al Imperio Romano de Occidente. Empieza entonces para Europa un largo período que abarcará unos mil años y en el que se gestará, madurará y alcanzará su plenitud la sociedad feudal. Esta sociedad entra luego en una profunda crisis que, coincidiendo con el fin de la Edad Media, terminará por su destrucción dando lugar a la moderna civilización occidental.


Del siglo V al X la ruina del Imperio Romano provoca un retroceso cultural y material. Multitud de pueblos invasores derriban y destruyen el exhausto Imperio de Occidente. La sociedad deriva hacia una economía de subsistencia. La célula económica fundamental se concentra en la tierra. La violencia general y la ausencia de una autoridad ponen en marcha el mecanismo del vasallaje. La decadencia de las ciudades se acentúa y es en este momento de retroceso general cuando la iglesia aparece como el único estamento interesado en salvar y mantener un mínimo nivel cultural. En esta época el gran instrumento eclesiástico es el monaquismo.


La unidad conseguida por Carlomagno no puede ser mantenida por sus sucesores. Surgen nuevas invasiones bárbaras: los musulmanes y los normandos. La desaparición de un poder central comporta la definitiva aparición de poderes territoriales. Se puede decir que en el año 1.000 el sistema feudal ha alcanzado su mayoría de edad en las regiones más importantes de Europa.


A partir del primer cuarto del siglo X  todo este sistema entra en una grave crisis. La guerra se hace endémica, la economía sufre una fuerte contracción, la expansión agraria ha llegado a su límite para la técnica de la época, y pronto la producción no alcanza a una superpoblación subalimentada. Al caos de la guerra se unen violentos disturbios urbanos y desórdenes rurales. La peste cae como un rayo sobre Europa barriéndola de punta a punta. En el próximo Oriente aparece un nuevo y serio peli gro: la formación del imperio Otomano.

Todo ello es acompañado de un profundo desequilibrio y crisis espiritual. El hombre medieval ve tambalearse la institución más sólida que le guiaba en el mundo, y al lado de un incipiente humanismo proliferan las tendencias místicas y mesiánicas y surgen nuevas herejías.

Así podemos decir, de forma muy esquemática, que la Historia de la Edad Media es la historia de dos instituciones, Feudalismo e Iglesia. Para entenderla mentalidad del hombre medieval es fundamental tener presente que ambas instituciones enmarcaron de forma absolutamente rígida y sin fisuras a la sociedad, hecho que no debe olvidarse al enjuiciar cualquiera de sus manifestaciones intelectuales o artísticas.


IGLESIA y DANZA


En sus orígenes la Iglesia se vio reducida a las catacumbas, y el arte que se dará en ellas estará lleno de elementos iconográficos paganos adaptados a la ideología cristiana. Respecto a la danza sucede lo mismo, por lo que los padres de la Iglesia serán, en un principio, reaccionarios a ella.


Pero en el siglo IV , con el reconocimiento del cristianismo y su proclamación como culto oficial del Estado, la Iglesia cambiará de actitud. Aparecen las primeras iglesias cristianas y se permitirá bailar dentro y fuera de ellas. Se aceptará la danza como una de las formas de expresión del creyente, a la que la iglesia concederá especial atención.

Así, San Agustín dice: "Si no puede expresar con palabras lo inefable y no puedes callar ¿qué vas a hacer sino jubilar (cantar y bailar), para que tu corazón se alegre sin palabras y para que la inmensidad de tu alegría no se encuentre limitada por las sílabas?"

La Iglesia es consciente de dos hechos: de un lado la imposibilidad de eliminar la supervivencia de la tradición y las costumbres paganas; de otro, el gran poder de estimular, persuadir y suscitar emociones colectivas de la danza en beneficio propio. Decide utilizar la música y la danza. Por ejemplo, San Gregorio Nazareno recomienda a los misioneros enviados a la Gran Bretaña respetar las costumbres autóctonas y, entre ellas, las danzas. En una carta que escribió al emperador Juliano afirma: "Si te gusta bailar, danza tanto como quieras, yo consiento. Pero ¿por qué volver a revalorizar las danzas disueltas en la barbarie de los paganos? Ejecuta primero la danza del rey David delante del Arca, estos ejercicios son dignos de un emperador y de un cristiano".


Pero poco a poco, la danza en la Iglesia fue degenerando. Los juglares y bailarines profesionales sustituyeron a los fieles en los cánticos bailables y en las escenas de mimo del Nuevo Testamento. En realidad, la jerarquía eclesiástica, aunque procuró que tanto los dioses y héroes paganos se convirtieran en santos, así como también cristianizar las fiestas paganas, siempre sospechó que el baile mantenía prácticas paganas. Pronto la Iglesia empezó a tomar medidas encaminadas a prohibir la danza. En los Concilios de Jaodicea (375) y Agda (505) se ordena al clero que no asista a aquellas partes de las bodas en que la gente se entrega a danzas y cantos indecentes. En el siglo VII, San Eloy ordena que nadie de su feligresía practique en las fiestas de San Juan o bien otras, cualquier tipo de danzas, saltatoria (danza saltada, reminiscencia de saltasello romano ), rondas y cantos diabólicos. En la Decretal del Papa Zacarías (774) "contra los movimientos indecentes de la danza o carola" y en la homilía del Papa León V, quién condenó en 847 "Ios cantos y carolas de las mujeres en la Iglesia" puede comprobarse igualmente esta tendencia de oposición frente a la danza. A fines del siglo XII, las constituciones sinodales del obispo de París, Odón, prescriben a los clérigos que prohiban las "Choreae", sobre todo en tres lugares: iglesias, cementerios y procesiones. La insistencia de las condenas demuestra la persistencia y arraigo de las costumbres, por lo que las desaprobaciones se prolongaron en los Concilios de Avignon (1201), París (1212) y, ya entrado el siglo XV , en el Concilio de Sens.

Pese a la severidad de las prohibiciones eclesiásticas, la realidad fue que, en la práctica, distaron mucho de imponerse de forma total y absoluta. Así, pese a la expresa prohibición del obispo Odón, persistió en París la costumbre de comprar el jamón de Pascua y comerlo dentro de Nótre Dame. A continuación, se ejecutaban danzas populares.

Tampoco la prohibición extendida a los claustros tuvo mucho éxito. Delante de la iglesia o en su pórtico nacerá un género de música cantable y bailable cultivado por los peregrinos. Es el caso de Montserrat (Virolai, ballrodó ), cuya música se conserva en el famoso Ubre Vermell del Monasterio.

Las excepciones referentes a las imprecaciones de la Iglesia contra la danza en el ritual eclesiástico, las encontramos precisamente en España. Los clérigos podían abrir las procesiones con danzas (influencia de "Hennula Cervula" romana), como en el Corpus Christi. En Sevilla, en la misma festividad, y proveniente del rito mozárabe todavía se ejecuta la danza llamada de "Ios seises", bailada por seis niños alrededor de la custodia. Según el ritual de San Isidoro, adoptado por el Concilio de Toledo (siglo VII), se ejecutaban danzas rítmicas con el ritmo marcado por el son de tambores.

Pero aún teniendo en cuenta algunas excepciones, el recelo y oposición de la Iglesia hacia la belleza y las artes en general y hacia el drama y la danza en particular por ver en ellos una estrecha vinculación con las culturas paganas, con su consiguiente riesgo de idolatría, hace que se pierda el papel sagrado de la danza y del teatro que existía en las culturas precedentes. A partir de la Edad Media, la finalidad de ambos será el espectáculo y puro divertimento, única forma que conoce actual mente el mundo occidental.

DANZAS DE LA MUERTE


En Grecia, cuando un hombre moría, se bailaba en corro junto a su cuerpo para marcar su paso a la otra vida sin peligro. Los cristianos recogieron esta tradición interpretando un baile funeral para celebrar el "nacimiento" a la vida eterna. Se creía que el difunto se uniría a la multitud de ángeles que con movimientos circulares glorificaban al Creador, por lo que la danza se convierte así en símbolo de comunicación entre vivos y muertos.

La Edad Media prestó además mucha importancia a una cualidad de la muerte: su poder igualador para todas las jerarquías sociales; es decir , del triunfo absoluto de la igualdad frente a la muerte.

Existe cierta confusión en torno a las expresiones "danza de la muerte" y "danza macabra". Según algunos autores, la "danza macabra" es la danza jugada y bailada, mientras que la "danza de la muerte" sería su representación plástica (pinturas o grabados). Hay varias teorías sobre el origen y etimología del término "macabro". Para unos, derivaría de la palabra árabe "makhabar", cementerio. Para otros, de cierto trobador llamado "Macabre" o "Macabrus", cuyos restos fueron acompañados de danzas en su traslado de Italia a Colonia. Otra versión señala su origen en el término alemán "Lehn Macheria", que significa "muralla"'. Una cuarta hipótesis sostiene que la palabra "macabro" provenga del inglés "makebreak", "romperse", "quebrarse", "decaer". Estas danzas eran representadas en cementerios. Un escritor del siglo XII, Giraldus Cambrensis, nos hace una descripción de éstas en su "Itinerarium Cam briae": "... Ya en el cementerio, la danza se realiza alrededor del camposanto. Se ven hombres y mujeres que cantan, saltan y, como en trance, caen al suelo".


LOS JUGLARES


Descendientes de los "histrionis" de la decadente Roma, el juglar, vagabundo incansable y combinación de danzarín, cantor, poeta, músico y actor, todo ello a sueldo, errando de un lugar a otro con sus juglarías, danzas y acrobacias, es un persona je paradigmático de la Edad Media. Su importancia es vital como transmisor de las tradiciones de un país a otro, dando a conocer las danzas de la Antigüedad clásica a la Europa medieval.


En la danza juglaresca se dio mucha importancia al gesto, que se realizaba con las manos. Un poema germano del siglo XI, el Lai de Rudlieb (equivalente a las canciones de gesta latinas), ensalza los distintos gestos de las manos de los juglares, y en el manuscrito de Manesse, en Heidelberg, se pintan expresivas danzas de manos.


A partir del siglo IX se unirán los poetas y cantores de las cortes en los juglares populares, que hasta entonces habían permanecido separados. Ya en la Baja Edad Media, habrá que distinguir al trovador (generalmente noble ), que se dedica a la poesía por afición, del juglar, que lo hace bajo una remuneración.


El gran mérito del juglar fue hacer la danza más subjetiva y personal, y al secularizarla, junto con la música, convirtió a ambas en una profesión. Y así, el antiguo juglar de danza se convertirá en el Renacimiento en el "baladin" o maestro de danzas de las cortes.



DANZA POPULAR

Pese a todos los horrores y calamidades que la Edad Media hubo de contemplar, parece que la gente no dejó de bailar, sino que por el contrario la danza se configuró como un importante elemento de expresión social.

En general, puede decirse que por bárbaros que fuesen los pueblos invasores no hubo ninguno que no tuviera un tipo y otro de expresión festiva popular. Los pueblos germanos, que fueron quienes se instalaron definitivamente en los territorios del extinguido imperio, eran tribus poco cultivadas, pero que indudablemente tenía una poesía comunitaria: fórmulas rituales, conjuros, adivinanzas, máximas y una pequeña lírica social, es decir, canciones de danza y trabajo.


Dentro del área francesa, tenemos el caso de los druidas, los cuales cantaban con sus liras a sus héroes y bailaban en círculos alrededor de la encina totérnica. Se cree que algo parecido harían todos los germanos y una supervivencia de esta tradición podrían estar en la danza medieval llarnada "danza de los magos", que se celebraba en algunos países europeos el primer día de mayo: un círculo de jóvenes de ambos sexos bailaba alrededor de un palo largo plantado en el suelo.


Respecto al área goda, tenemos información sobre los godos españoles. Según San Isidoro, "distinguíanse por su glotonería y embriaguez, por su afición a la riqueza de vajillas y muebles, por su avaricia, su rapacidad, su traición, su afición a las queridas y al juego, por el derroche de lujo con el que celebraban bailes, cantos y banquetes".

Jovellanos, comentando ciertas costumbres asturianas, explica cómo los movimientos de una danza conocida como "danza de espadas", terminan en una rueda en la que los danzantes forman con sus espadas la figura de un escudo, en la cual se sube el guía de la danza al tiempo que efectúa con su espada movimientos de desafío en las cuatro direcciones a unos supuestos e invisibles enemigos. Para Jovellanos, esta danza no sería ni más ni menos que la ceremonia que acompañaba a la coronación de los reyes visigodos.

Las ferias y las fiestas medievales, aunque conservando un elevado contenido religioso, serán el punto de convergencia de las gentes donde se permitirá cierta liberalidad, dentro del rígido orden e ideología oficiales. En las plazas se realizarán espectáculos callejeros (teatro, danza, festines), con abundante participación de mimos, cantores y danzarinas actrices.

El Carnaval fue la fiesta por excelencia de la Edad media. Su origen se remonta a la Antigüedad (Saturnales romanas). El consumo de carne era autorizado, pues luego venía la Cuaresma, período de rígida abstinencia. Se organizaban danzas y mascaradas; personajes tales como: bufones, enanos, gigantes, monstruos, payasos, integraban la cultura cómica de la Edad Media. Tenemos numerosos testimonios escritos, entre ellos cabe destacar "Don Carnal, don Amor y la derrota de Doña Cuaresma", del Arcipreste de Hita.

Otra fiesta importante fue la llamada "del vino" .La vendimia era una actividad sumamente importante, a la que solía acudir todo el mundo, y no era raro que durante su celebración se paralizaran los tribunales y la administración pública. En ella, se co mía y se bebía mucho, terminando en alegres danzas

En general, en todo el ámbito de lo que hoy es Europa, puede decirse que en la Edad Media se diferenciaron y tomaron cuerpo las danzas europeas, muchas de ellas tras una lenta evolución que venía de la Antigüedad. Tal es el caso de las "pumanieskas" rumanas, de las "csardas" magiares, de las "mazurkas" polacas, de los bailes Cosacos y los "golubey" rusos, de los "minuet" bohemios más tarde, danzas cortesanas. y la popular "tarantela" napolitana. La "giga" inglesa y casi todas las danzas escocesas son igualmente de origen medieval.

Por último, hay que mencionar un grupo aparte de danzas, que, según parece, su frieron muy poco la influencia de la Edad Media y se han mantenido prácticamente sin transformaciones hasta nuestros días. Este sería el caso de la "sardana" Cataluña, de la "danza prima" de Asturias y de los bailes vascos.

Al principio, los bailes se acompañaban sólo con la voz humana. De aquí la "balada" o canción para ser bailada. Con el tiempo se enriqueció la cantidad y calidad de los instrumentos que acompañaron a la danza (a las rudimentarias flautillas y violas iniciales fueron añadiéndose las trompas, laúdes, cornamusas, etc.).


DANZA POPULAR y SEÑORIAL

La "chorea", "carola" o "ronde", danza circular, y el "tripudium", danza en tres tiempos en la que los ejecutantes bailaban individualmente, eran danzas que podía ejecutar cualquiera; simplemente consistía en marcar un ritmo simple y obstinado.

Pero las clases dominantes, culturalmente desarrolladas, en su afán de destacar del pueblo, se volvieron intérpretes más refinados e inventaron una nueva forma de danzar, de estructura variable: la "danza mensurada" o medida, en la que se seguía las indicaciones de una medida musical y de una poesía que le sirve de base. Podían clasificarse en dos grupos: de tiempo vivo, como el trotto y el saltarello, y de tiempo moderado, como la ductia, la nota o la estampida. Su objeto era encontrar la belleza formal, el equilibrio y el refinamiento. Nace la danza culta, aunque con reglas todavía simples, produciéndose en este momento el divorcio irremisible entre ésta y la danza popular, que expresará con movimientos no sujetos a normas los sentimientos del pueblo y hará perdurar ritos cuyo sentido original ya se había perdido.

BIBLIOGRAFIA

BAJTIN, Mijai1: "La cultura popular en la Edad Media y en el Renacimiento. En el contexto de Franf'ois Rabelais", Barra} Editores. Breve biblioteca de Refor ma. Barcelona, 1974. /FOATELLI, Renée: "Les danses religieuses dans la christianisme", Editions Spes; París (s.a.) /SCHS, Curt. "Historia Universal de la danza", Centurion. Buenos Aires (s.a.)

Ma. JOSE GILABERT

DANZAS RELIGIOSAS 

LA DANZA EN LA EDAD MEDIA

Siguiendo las dos tradiciones, la bíblica y la pagana, también la Iglesia cristiana primitiva permitió que la danza entrase a formar parte del rito. Este uso, según los más, viene confirmado por la derivación no obstante negada de dos vocablos: el título de praesul, dado a los obispos, que derivaría del mismo nombre dado al jefe de los sacerdotes Sali,cargo instituido por Numa Pompilio, al cual correspondía la función de guiar o dirigir la danza de los sacerdotes, y el nombre de coro dado a la parte de la iglesia reservada al clero, donde, a semejanza del coro griego en la tragedia y en la comedia, se rendía homenaje al Señor con cantos y danzas. Tal usanza no debe parecer extraña si se piensa que la danza religiosa tiene un carácter grave y solemne, gestos lentos y mesurados, para en nada desdecir de la austeridad del rito y que el último vestigio de ella se puede encontrar en el sacrificio divino, esto es, en las actitudes del sacerdote en el altar, que jalonan con su sugestiva, simbólica y milenaria repetición, los diversos momentos de la misa. Pero los abusos y las licencias, contra los cuales ya se habían pronunciado los legisladores romanos, penetraron también en la iglesia, especialmente por obra de los pueblos bárbaros que formaban parte del gran imperio en liquidación. Escribe el P. Lacroix que la índole alegre de los galos y su natural tendencia a los ejercicios violentos ya los placeres sensuales les predisponía a amar el baile ya practicarlo con pasión, no obstante la repugnancia de la aristocracia romana, primero, y los anatemas y las interdicciones de los concilios y de los sínodos, después. En efecto, si después del saqueo de Totila (siglo VI), las danzas desaparecieron de Roma, no sucedió lo mismo en la Galia ni en aquellas regiones de Europa donde las cohortes romanas habían llevado la fuerza de sus armas y de su civilización, influyendo necesariamente sobre las costumbres de las gentes sometidas, pero no tanto como para cam biar del todo sus manifestaciones.

y entre las costumbres más antiguas y radicadas en la tradición, tenía gran importancia, como hemos visto, la celebración de las festividades y adoracIón de los dioses ancestrales, por medio de cantos y danzas, acompañados de sacrificios de animales ya veces también de víctimas humanas.


En Francia se llama todavía le dimanche des brandons al primer domingo de cuaresma. en recuerdo de la fiesta celebrada por los campe sinos en tal fecha, que coincide con el inicio de la campaña agrícola. Ellos blandían una antorcha o hachón encendido (brandon) y batiéndolo recorrían, cantando y rogando, jardines, campos y huertas, amenazando con que mar los árboles que no hubiesen producido frutos abundantes.


En la festividad de san Juan, que se relaciona con la fiesta ya mencionada de los pastores etruscos, danzadores desnudos, coronados de flores y dándose la mano, bailaban por las calles y por las iglesias y giraban y cantaban hasta caer exhaustos en tierra. Los excesos de estas danzas procesionales, que en Francia tomaban el nombre de dances baladoires (danzas indecentes), y de otras danzas similares provocaron la justa reacción de la Iglesia. Primero fueron solamente amonestaciones como la que san Gregorio Niceno envió al emperador Julia no (331363): «Si te place el baile... baila cuanto quieras, pero ¿por qué renovar ante nuestros ojos las danzas de la bárbara Hero días y de los paganos? Ejecuta más bien las danzas del rey David delante del arca; baila para honrar al Señor. Estos. ejercicios pacíficos y píos son dignos de un emperador y de un cristiano.»


Más tarde fue la condena, por parte de la Iglesia. que las vetó en el Concilio de Constantinopla de 680. En 773 una ordenanza del papa Zacarías renovó la prohibición con estas palabras: «No se hagan danzas, especialmente en tres lugares: en las iglesias. en los cementerios y en las procesiones», pero la licencia no debió cesar por cuanto el Concilio de Worms de 1204 insistió repitiendo los mismos conceptos, y el propio Parlamento de París intervino todavía en 1667 para prohibir las danzas sacras en general; las públicas de 1.0 de enero, de 1.0 de mayo, de los brandons, de san Juan, etc.


En España las danzas sagradas duraron más tiempo que en Italia y en Francia y su tradición está todavía viva. El rito mozárabe instituido hacia el siglo VIII por san Isidoro, arzobispo de Sevilla, se unía a la danza aceptándola como parte integrante, pero cuando los católicos empezaron a prevalecer sobre los moros y asimismo el rito gregoriano fue lentamente sustituyendo al mozárabe, hasta extinguirlo definitivamente en el siglo XI, la danza fue condenada. Sin embargo, el uso no se perdió ; por el contrario, en 1500 se acentuó tanto que la costumbre de bailar en las catedrales de Toledo y de Sevilla y en las procesiones, se ha perpetuado hasta hoy. En efecto, todavía actualmente, durante la semana santa se puede ver en Sevilla a los famosos seises, esto es : los seis muchachos del coro de la iglesia, continuando la tradición de las representaciones y danzas que fueron autorizadas por el papa Eugenio IV en 1434 como acompañamiento de la procesión del Corpus Christi. Normalmente visten casaca y sombrero rojos, calzón negro y zapatos negros con arandela, pero en las grandes ceremonias usan el suntuoso traje de los años 1500, con justillo, calzón corto abofellado y una gran gorguera almidonada.


Según cuanto escribieron los antiguos cronistas franceses, en 1373, bajo el reinado de Carlos V de Valois (13641380), llamado «El Sabio), los abusos que profanaban las danzas .sagradas fueron castigados por el cielo con una enfermedad desconocida y extraña que obligaba a los contagiados a desnudarse, coronarse de flores y entregarse a una danza frenética y en torbellino, hasta el agotamiento de sus fuerzas. Escribe Mézeray: «Tal agitación les hacía hincharse tanto que habrían reventado si no se hubiese tenido la precaución de ceñir su vientre con una buena faja. Esta extraña enfermedad era contagiosa y se podía curar con exorcismos. Según el ya citado cronista, tales castigos hicieron decaer la costumbre francesa de bailar en los días de fiesta, delante de las iglesias. J'

Verdaderas danzas místicas, bajo la forma de cortejos expiatorios, fueron las procesiones de los flagelantes y las de los disciplinantes que aparecieron en el siglo XIV, en el curso de las cuales, los fieles se azotaban acompasadamente.


Pero la más célebre de las danzas medievales de carácter religioso fue la danza macabra.

El término «macabroD sufrió las más fantásticas interpretaciones: según unos derivaba del árabe, magabír, magabarag, que significaba ce menterio ; según otros derivaba del inglés make break, hacer romper, frase que por su so nido daría la sensación onomatopéyica del quebrarse o entrechocar de los huesos; y según otros, todavía, deriva del nombre del trovador Macabro o Macabrus o bien del latín mache ría, que significa muro, porque las danzas eran pintadas sobre los muros de las iglesias y de los cementerios. Pero con toda probabilidad su origen es muy otro" y debería ser buscado en la danza de los macabeos, nacida con ocasión del traslado de los restos de aquéllos, de Italia a Colonia, en 1164.


En la primera mitad del siglo XIV, encontra mos en Francia, por primera vez, una referen cia a esta danza, bajo la locución danse de Macabré, la cual, todavía en el siglo XVII, se gún afirma Antoine Oudin, era conocida como danse Macabée o, más vulgarmente, Macabré. La transformación del término de sustantivo en adjetivo se produjo definitivamente en el si glo XIX cuando los románticos, vuelta su atención al medievo, se lo a:propiaron y lo difundieron con el significado de lúgubre y horripilante.


En la danza macabra, solamente el esqueleto que representa la Muerte ejecuta pasos de una auténtica danza, bajo forma de saltos de ale gría a la vista del seguro botín; los otros participantes se limitan a constituir un largo, lúgubre y resignado cortejo. Entre las más an tiguas reproducciones de danza macabra figu ran la de los Inocentes de París (hacia 1424) y el fresco que se encuentra sobre las paredes del coro de la iglesia de la ChaiseDieu en Auvernia: figuras blancas sobre fondo rosa, representando un papa, un emperador, un jo ven príncipe, un patriarca, un caballero, un gentilhombre, dos clérigos, una matrona, uná castellana, un monje benedictino, un trovador que a causa del espanto deja caer su viella, un campesino, un recién nacido en la cuna, una madre, etc., arrastrado, cada uno, por una Muerte brincadora, en actitudes muy diversas y de impresionante realismo.


Famosísimos son los grabados que reproducen la danza macabra, realizados por Durero y por Holbein, despiadados en la forma y en el espíritu. En todos ellos destaca con claridad la alegoría que recuerda a la memoria la fatal suerte común a todos los hombres, cualquiera que sea su edad y condición. 

Ciertamente, en representaciones pictóricas y gráficas se inspiraron algunas procesiones y danzas reales, como la Mascarada de la muerte organizada en Florencia en 1510 por el pintor Piero di Cosimo y el segundo acto de Giselle, ballet de Théophile Gautier, en el cual, surgiendo de sus sepulcros, danzan las Willis o novias muertas.


Durante las representaciones de los Misterios medievales no faltaban tampoco ejemplos de danza, pero nada concreto se sabe al respecto. Una especie de danza contra la cual hubo de luchar largamente la Iglesia, por ser vestigio del paganismo y testimonio de superstición, fue el sabbath, danza orgiástica de brujas y demonios, recuerdo de antiguos ritos druídicos.

Baile en el jardín al son de la música. Manuscrito francés del siglo XII. Biblioteca Nacional, París.



En Italia el ejemplo más notable de danza maca'bra es el de Clusone (Bérgamo, 1485), pero el tema preferido fue el de II trionfo de/la Morte que puede ser admirado sobre los muros del camposanto de Pisa.

DANZAS SOCIALES


En la Edad Media no se representaban ya pantomimas ni ballets, como en los tiempos de los griegos y de los romanos, pero la danza continuaba siendo apreciada, ahora como fiesta de diversión social.

Continuadores de la tradición de los histriones romanos fueron los juglares, bufones, saltimbanquis y danzadores, muchos de los cuales acompañaron a las Cruzadas, trayendo luego a Europa nuevos bailes de inspiración oriental. Peregrinando de ciudad en ciudad se exhibían en las plazas y en los castillos, solos o en compañía de trovadores o troveros, imitados primero por los villanos y más tarde, también, por los señores, pero, al principio. sólo por las mujeres, porque en el alto medievo los hombres consideraban la danza indigna de ellos, como está demostrado por los poemas y romances de la época. Traeremos a ejemplo una canción del siglo XII, la cual, al referir que al pie de un castillo será organizado un gran baile, precisa: I( ...las señoritas van para conducir las carolas; los caballeros para mirar». Tan sólo a principios del XIII, aflojándose la rigidez de las costumbres, ambos sexos comenzaron a bailar juntos, cogiéndose de las manos y formando círculo.


Carolas

Eran éstos las famosas carolas, canciones con baile descritas en el Roman de la Rose y con frecuencia recordadas en otros escritos me dievales, gratas a todas las clases sociales, des de las populares hasta la aristocrática. Con la palabra carola no se definía probablemente una danza particular, sino un grupo de danzas que tomaban su diversa mímica de las palabras de la balada.


La carola es de origen romano y en Italia tomó también el nombre de tresca, del que derivó la deformación francesa tresse o treske como se lee en Le Jeu de Robin et Marion de Adam de la Halle, representado por primera vez en Nápoles, en la corte de Carlos de Anjou. Marion pregunta al enamorado : I( Robin, saistu méner la tresse?» y más adelante otro personaje dice: I(Par amour faisons la treske et Robin la ménera.» Un solista entonaba la estrofa y el coro ejecutaba los estribillos, acompañados del batido de palmas o del tambor y la cornamusa.


Asimismo eran cantadas las danzas que en Francia tomaban el nombre de balades y baleries y el rondeau, pero se sabe muy poco acerca del modo de ejecutarlas. También estaban difundidas la moresca, antiquísima danza similar a la pírrica, y los branles que, como la carola, designaban un grupo de danzas, de inspiración popular francesa, variables de una provincia a otra.


La estampida se ejecutaba con el acompañamiento de la viella y sin canto; los bailarines golpeaban con los pies para marcar el tiempo, en un ritmo veloz similar al de la tarantela napolitana ; es famosa la estampida sobre la cual Rambaldo de Vaqueiras escribió la canción Kalenda Maya.


Hacia fines del medievo se señala como muy importante la cada vez más clara separación entre las dos categorías de danza: la baja danza y la alta danza. La primera, llamada así porque se ejecutaba terre a terre, es decir, sin saltar, y también porque se acompañaba con instrumentos de sonidos bajos, era de movimientos graves y nobles; la segunda, de carácter más libre y popular, admitía pasos saltados en elevación.


La baja danza era de compás temario y, según el tratado de ThoinotArbeau, titulado Orchésographie (1588), se componía de cuatro partes: la reverencia, el branle, los pasos y el tordion, más vivaz que los tres primeros movimientos, e independiente, que cayó en desuso en la primera mitad del siglo XVI.


El más antiguo documento francés que habla de las danzas es el Manuscrit des Basses Danses, atribuido a María de Borgoña, hija de Carlos el Temerario (siglo xv). La colección comprende 59 aires de danza, pero no da detalles ni de sus caracteres, ni del modo de bailarlas, limitándose a indicar el nombre de los pasos y de los movimientos. Más importante es el tratado de Messer Domenico da Ferrara, llamado el Caballero Placentino, del que, para mejor orden de las materias, nos ocuparemos en el capítulo siguiente.


Poquísimo sabemos, asimismo, acerca de cómo se ejecutaba la ballata italiana, diferente de la francesa en la forma y en la métrica. Generalmente se cree que el coro de las danza rinas iniciaba la danza cogiéndose de las manos y cantando el estribillo; después de haber realizado una vuelta entera, se detenía esperando que la solista hubiese cantado la primera estrofa ; entonces todas juntas realizaban media vuelta en sentido opuesto y por último una tercera vuelta completa, llamada volta. El ritmo era temario como el de la tarantela y el del trescone (especie de rigodón) popular y el movimiento era vivo. Tenemos una idea de la ballata, por algunas pinturas, entre las cuales un fresco de Lorenzetti en el Palacio Comunal de Siena, otro de Benozzo Gozzoli en el cemen terio de Pisa y por una detallada descripción que un anónimo del siglo XVI hace de una fam0sa ballata citada por Boccaccio en El De cameron: «L'acqua corre allaborrana», por haberla visto bailar en sus tiempos.

Como quiera que más tarde nació en los danzadores el natural deseo de representar los personajes puestos en escena por las canciones, de las baladas derivaron después los ballets y las mascaradas.


De las carolas del siglo XIII, todavía tan próximas a las danzas del pueblo, se pasó, de este modo, en dos siglos, a las más ricas y fantásticas representaciones.

Las danzas Medievales

Las danzas medievales son poco conocidas hoy en día porque se han conservado muy pocos escritos sobre ellas, y porque, además, en la época, se escribía  la música en tetragrama, es decir, sobre  4 líneas y no de 5, como tenemos actualmente, con lo cual resulta confuso el conocer las melodías.

Sin embargo, se sabe que  el  baile fue popular en Europa durante la Edad Media, ya que es representado en pinturas y miniaturas.

La danza está en esta época supeditada al poder de un Rey o al de la Iglesia.

La llegada del cristianismo intentó eliminar las danzas, asociadas a ritos paganos considerados peligrosos para sus fieles. Sin embargo las fiestas, profanas o incluso religiosas, se siguieron acompañando del baile.

Fueron los trovadores los encargados de la difusión de la poesía y otras artes, entre las que se encontraba la danza. Los trovadores se hacían acompañar a veces por juglares que cantaban y danzaban sus canciones e iban de Corte en Corte difundiendo lo profano, utilizando para ello una gran variedad de instrumentos.

Clasificación de las danzas

Entre las danzas más importantes practicadas en la edad media encontramos:

    •    Danzas religiosas: siguiendo las tradiciones bíblicas, la iglesia cristiana primitiva permitió que las danzas entraran en sus ritos. La idea principal de estos ritos musicales era rendir homenaje  a Dios con cantos y bailes. La danza terminó siendo aceptada como parte de los rezos de la iglesia.

    •    Danzas sociales: hacia la mitad de la edad media la danza ya no solo era de carácter religioso, también empezó a ser conocida cómo un medio de diversión social

Los opositores a la danza

El camino de la danza en la edad media no fue fácil, encontró importantes opositores. Por un lado la iglesia, cuya actitud hacia  la danza desde el siglo V y durante el resto de la edad media se mantuvo indecisa. Dependiendo de la danza que fuera interpretada la iglesia la apoyaba o la rechazaba.

Uno de los grandes líderes de la iglesia en la edad media, fue San Agustín (354-430), este siempre mantuvo una actitud negativa frente a la danza porque se realizaban movimientos muy ofensivos a la iglesia y a los fieles.

A pesar del autoritarismo e influencia de San Agustín, otros padres importantes de la iglesia posteriores, intentaron incorporar algunas danzas en sus rituales, y con éxito lograron incorporar, inicialmente, las celebraciones estacionales con danzas a sus fiestas cristianas. La iglesia cambió su manera de ver la danza y por consiguiente, muchas comunidades volvieron a practicarlas.

Pero no pasó mucho tiempo antes de que la danza encontrara otro rival. A principios del siglo IX Carlomagno prohibió la danza, pero el bando no fué respetado. La danza continuó como parte de los ritos religiosos de los pueblos europeos aunque camuflados con nuevos nombres y nuevos propósitos.

Para finales de la edad media, la danza era un espectáculo, gracias también a que la iglesia había empezado a utilizar el teatro para representar pasajes bíblicos cómo instrumento de educación.

La danza de la Muerte: una danza secreta

Durante esta época surgió una danza secreta llamada la danza de la muerte, propiciada por la prohibición de la iglesia y la aparición de la Peste Negra. Nacida como danza secreta y extásica durante los siglos XI y XII la danza de la muerte comenzó como respuesta a la Peste Negra que mató a mas de 50 millones de personas en 200 años. Esta danza se extendió desde Alemania a Italia en los siglos XIV y XV y ha sido descrita como una danza a base de saltos en la que se grita y convulsiona con furia para arrojar la enfermedad del cuerpo.Danzas conocidas

Las primeras danzas de las que se tiene constancia detallada son ya de la época del Renacimiento en Italia. Sin embargo, se sabe que en la Edad Media las hubo, porque además están representadas en pinturas y miniaturas. Se sabe que había dos formas de danza muy comunes en la Edad Media, el carol y el estampie.

La estampie o estampida (S. XIII) es una pieza de danza dividida en varias secciones, cada una de las cuales se repetía la forma aa, bb, cc etc. Las estampies son el primer ejemplo conocido del repertorio instrumental.

Se cree  que la estampie originalmente era una danza real. No se han conservado manuales de danza que describan la estampie como danza. Las miniaturas de los manuscritos y las pinturas de la época parecen indicar que la estampie implicaba saltos bastante vigorosos.

El carol era una danza en círculo donde se cogían de la mano y cantaban al mismo tiempo que bailaban. El carol (villancico) fue una composición inglesa que surgió durante el siglo XV. Originalmente era una danza homofónica con partes a solo y coral que se alternaban. Hacia el siglo XV se cultivó como composición basado en una poesía religiosa de estilo popular. A veces estaba escrito en una mezcla de versículos rimados en inglés y en latín. Consta de un número de estrofas que se cantaban con la misma música y un estribillo con su propia frase musical, que se entonaba al comienzo y luego se repetía después de cada estrofa. Los carols no eran canciones populares, pero sus melodías frescas y sus ritmos ternarios le dan un aire popular y una naturaleza inconfundiblemente inglesa.

Otras danzas …


El branle es una danza de origen  francés donde se baila de forma lateral, en parejas, o formando círculos.

El saltarello o salterello era una danza viva y alegre mencionada por primera vez en Nápoles durante el siglo XIII. Ha sobrevivido la música, pero no se conocen las pautas la danza propiamente dicha. Se interpretaba en un ritmo ternaria y se llamó así por su peculiar paso saltado, tomando su nombre del verbo italiano saltare (‘saltar’).

El saltarello gozaba de gran popularidad en las cortes de la Edad Media en Europa. Durante el siglo XV, la palabra saltarello se convirtió en el nombre de un paso de baile en particular (un doble salto en el tiempo débil final o inicial) y el nombre de un ritmo músical (ternario rápida), que aparecen en muchas danzas coreografiadas. Danzas enteras consistentes sólo en el paso y rtimo del saltarello se describen como bailes improvisados en los manuales de baile del siglo XV en Italia. (El primer tratado de baile que se ocupó del saltarello fue la obra de Antonio Cornazzano de 1465.) Este paso y ritmo no aparecen en los manuales de la danza del siglo XVI, más que de pasada. Durante esta época, el saltarello se bailaba por grupos de cortesanas vestidas de hombres en mascaradas. El saltarello dio lugar a la quadernaria en Alemania, que fue derivó en el saltarello tedesco (saltarello alemán) en Italia.

La basse danse o baja danza fue la danza cortesana más popular en el siglo XV y principios del XVI, especialmente en la corte de Borgoña. 

A menudo se trataba de una combinación de los compases 6/4 y 3/2, permitiendo el uso de hemiolia. Cuando se bailaba, las parejas se mueven tranquilamente y con gracia en un lento movimiento de deslizamiento o caminar, alzando y bajando sus cuerpos, de dichos movimientos viene el nombre de esta danza. La basse danse más tarde dio lugar al desarrollo de la pavana. La basse danse en ocasiones se emparejaba con el tourdion, debido a sus tempos contrastantes, y ambos fueron bailados con la pavana y la gallarda así como con la allemande y courante, también en parejas.

El Ballet y la Orquesta Nacional de la ópera de Kiev traerán a Valladolid en enero 'Las bodas de Fígaro'

DERECHO DE PERNADA


El Ballet y la Orquesta Nacional de la ópera de Kiev traerán a Valladolid en enero 'Las bodas de Fígaro' VALLADOLID, 22 Dic. (EUROPA PRESS) - El Ballet y la Orquesta Nacional de la Ópera de Kiev, fundada en 1843, traerán a la capital vallisoletana en enero, los días 4, 5 y 6, el montaje de la ópera bbufa 'Las bodas de Fígaro', de Mozart, según los datos facilitados a Europa Press por fuentes municipales. El teatro Calderón de acogerá los días 4 y 5 de enero, a las 20.30 horas, y el d ...

Esta ópera cuenta la historia de Fígaro y Susana, que sueñan con casarse pero que en encuentran la oposición de su año, el conde Almaviva, que está enamorado de la doncella de su esposa. Está, encariñada con la joven pareja intentará buscar una solución aunque Cherubine, el paje de la condesa, que está enamorada de ella, representa el instinto maternal sobre los hijos que no tuvo. A partir de aquí la trama se enreda ya que la condesa está triste porque el conde no deja de coquetear con Susana mientras que él cree que su mujer le es infiel con Cherubino, a quien decide enviar al ejercito. El conde se niega a autorizar la boda de Fígaro y Susana y reclama su derecho de pernada, por lo que la pareja junto a la condesa deciden elaborar otra plan que acabará con el casamiento de los dos protagonistas de esta ópera y la felicidad de todos los personajes

Leer más: https://www.europapress.es/castilla-y-leon/noticia-ballet-orquesta-nacional-opera-kiev-traeran-valladolid-enero-bodas-figaro-20071222111825.html

Tamara Rojo: «Queda la duda sobre si Giselle es tonta o se hace la tonta»

    •    TEXTO: ÁNGELES LÓPEZ FOTOS: DONALD MACLELLAN

    •    LA RAZÓN

CREADA 21-07-2009 | 02:20 H

ÚLTIMA ACTUALIZACIÓN21-07-2009 | 02:20 H-


Siempre he querido preguntárselo: Giselle, ¿es inocente o boba de remate?-Es una adolescente del siglo XIX descrita por un poeta romántico francés. A la pobre Giselle nadie le dice que los nobles son unos aprovechados acostumbrados al derecho de pernada. De todas formas, siempre queda la duda sobre si es tonta o se hace la tonta.-¿Le ha tocado soportar a muchos pagafantas... o a las bailarinas las dejan en paz?-No domino ese término pero si es lo que me figuro, me ha tocado alguno pero sin graves consecuencias.

Edad Media, danzas religiosas y templos

Con el paso de los siglos, la danza se fue perfeccionando, a finales de la Antigüedad fue perdiendo su carácter ritual para ser un divertimento y en la Edad Media adoptó nuevas formas estéticas, de ritmos y movimientos. El cristianismo impulsado por el emperador Constantino5 influyó en las representaciones durante la época medieval, prohibiendo las manifestaciones de dioses falsos o espectáculos paganos. Por lo que el teatro y la danza medieval se originaron a partir del culto religioso, aunque más adelante aparecerían elementos burlescos. Durante la Edad Media la danza fue una actividad fundamental.

Los primeros términos de danzas medievales no aparecieron hasta el siglo XI como la "tresca" o en el siglo XII, la "estampie". Y en el siglo XIII aparecieron otras danzas como "nota", "saltarello", " rotta", "ductia", "trotto", "danse royale" entre otras... Desconocemos las coreografías de estos bailes, pero gracias a los dibujos y representaciones de la época tenemos referencias del carácter y la velocidad a la que se ejecutaban, así como las posiciones de los pies, las piernas, y como se diferenciaban los movimientos de los hombres más pronunciados y los de las mujeres más pequeños. Si analizamos todos estos datos podemos tener una idea del espacio que ocupaban estas danzas.

4 Frente escénico. Espacio situado al otro lado de la orchestra donde se desarrolla la acción teatral.

5 Emperador de los romanos, legalizador de la religión cristiana por el Edicto de Milán en el año 313 d.C.


Fig. 9 Ilustración de Bartolomeu Pinelli de la danza "Saltarello"




Las actuaciones se realizaban generalmente en el coro de las iglesias, instalando tablados provisionales y púlpitos6. En las naves se realizaban las ceremonias y las procesiones.

Cuando hacía buen tiempo los espectáculos se realizaban en el exterior, comenzaron en los pórticos de las iglesias y catedrales, hasta extenderse a la calle, plazas, campos, patios, jardines... Se realizaban procesiones con estaciones donde se hacían representaciones religiosas por las calles.


Por otro lado apareció la nueva figura de un personaje polifacético conocido como el juglar, el cuál convirtió el espectáculo callejero en la ejecución de acrobacias, canciones, recitales. Fue el primer "profesional" cuya función era distraer a los señores, componer danzas y bailarlas, cantar versos, hacer acrobacias, exaltar la belleza y el amor a la vez que viajaba por los distintos reinos. Su profesión fue esencial para la transmisión de la cultura popular.

‍  6 Del latín pulpitum (tribuna), plataforma elevada en las iglesias desde la que se predica.


Fig. 10 Músicos de rabel y laúd


Los decorados adquirieron mucha importancia, cuando los espectáculos se daban en el interior de los templos, los mismos retablos hacían de escenografías, pero al salir las actuaciones a la calle, los decorados se montaban en carros, por lo que podía haber diferentes carros y diferentes escenas al mismo tiempo. Esto llevó a una solución doble innovadora para las representaciones: el uso de carros y la unión de espacios simultáneos para representar las escenas que tenían que detenerse ante los espectadores.

EDAD MEDIA

¿existió realmente el derecho de pernada?

La existencia de esta prerrogativa señorial durante la Edad Media ha sido muy discutida por los historiadores desde el siglo XIX



Cada cierto tiempo, un artículo, una novela, una película o una serie levanta un gran revuelo en las redes sociales al hablar del "derecho de pernada", en referencia a los hombres que se valían de su posición para obtener favores sexuales de sus subordinadas. Desde luego, los abusos de esta clase han sido una constante de la historia, pero cabe plantear si realmente existió tal "derecho" en la Edad Media. El conocido en castellano como derecho de pernada, llamado en Francia droit de cuissage o también ius primae noctis, consistía en que un señor feudal desfloraba a una recién casada en su noche de bodas –la "primera noche"– en virtud de una ley o costumbre que se lo permitía. Esto significaba que el señor no tenía necesidad de ejercer la fuerza bruta sobre ella, y que novia, novio, padres y familiares no oponían ninguna resistencia a su cumplimiento.

Estás a un clic de conocer la historia mejor que nadie.


El derecho de pernada consistía en que un señor feudal desfloraba a una recién casada en virtud de una ley o costumbre


<img src="/medio/2020/02/12/04-derecho-pernada-amantes-cama-miniatura-medieval_ed11bc56_800x806.jpg" alt="Una pareja en la cama. Miniatura medieval. 1400. Biblioteca Nacional, Viena. Foto: AKG / Album" />


PRUEBAS ENDEBLES

Sin duda, hay numerosos ejemplos de violencia sexual por parte de señores feudales a lo largo de la Edad Media, pero, en cuanto a la existencia de un derecho o costumbre que consagrase este abuso en la noche de bodas de las vasallas de un señor, las evidencias son mucho más inciertas. Muchos documentos de época medieval que se han alegado como supuestas pruebas del derecho de pernada se re eren en realidad a otras cosas, como por ejemplo a los impuestos que pagaban los campesinos a sus señores para poder casarse.


Muchas de las acusaciones que han llegado hasta nosotros obedecen a la voluntad de desprestigiar a los señores feudales. Así ocurre con la primera referencia que se tiene del derecho de pernada en la Edad Media, aparecida en la abadía de Mont-Saint-Michel en el año 1247. Es una composición en verso que relata a modo de queja la dura vida del campesino y las numerosas exigencias señoriales a las que debe hacer frente. Una de ellas consistía en tener que pagar al señor para que le permitiera casar a sus hijas; en caso contrario, las muchachas serían violadas por el señor. Podría parecer que se está ante una denuncia de la barbarie y la tiranía de los señores feudales laicos, pero en realidad se trata de un poema satírico. Sus autores, los monjes de la abadía, lo elaboraron como una herramienta política, con el objetivo de atraer a sus tierras campesinos provenientes de los territorios de esos otros señores feudales: les decían que ellos eran más justos y que, por tanto, les resultaría más provechoso trasladarse a sus dominios.

La primera referencia del derecho de pernada aparece en el Mont-Saint-Michel en 1247


En la península ibérica, las pruebas a favor de la existencia del derecho de pernada tampoco son fiables. Hay testimonios mal interpretados, como dos leyes incluidas en sendos códigos legales del reinado de Alfonso X, el Fuero Real y las Partidas. Estas leyes en realidad se refieren a situaciones distintas; una de ellas, por ejemplo, fija el castigo para quien ofenda al novio o a la novia el día de su boda, entendiéndose que se trata de una ofensa verbal, como un insul



La prueba más firme sobre la existencia del derecho de pernada en la España medieval la hallamos, en apariencia, en la Sentencia arbitral de Guadalupe de 1486, con la que señores feudales y campesinos remensas de Cataluña firmaron la paz después de un largo conficto. En la Sentencia se decía que quedaban abolidos los "malos usos" impuestos por los señores a sus vasallos campesinos, entre ellos el que permitía al señor, "la primera noche quel pages prende mujer, dormir con ella".


Aunque el sentido del texto no parece dejar lugar a dudas, la realidad es más compleja. Cuando años antes, en el Proyecto de Concordia de 1462, los remensas pidieron que este "mal uso" fuese abolido ("pretenen alguns senyors que, com lo pagès pren muller, lo senyor ha a dormir la primera nit ab ella"), los señores feudales respondieron que no sabían de ninguno de ellos que exigiese tal servicio y que, si era cierto, estaban de acuerdo con eliminarlo. Podría pensarse que estos señores eran unos cínicos y negaban unas prácticas que conocían perfectamente. Sin embargo, también podría tratarse de un ejemplo más de reivindicaciones campesinas contra derechos señoriales que nunca habían existido, como se sabe que ocurrió en Francia en esa misma época.



En el Proyecto de Concordia de 1462, los señores feudales declararon que no sabían de la existencia de tal derecho

Si este ius primae noctis hubiese existido, es extraño que en la Corona de Aragón, con unos archivos tan ricos, no se hayan hallado más referencias documentales sobre él. Aun así, algunos remensas pudieron creer que los rumores eran ciertos y temieron que los señores intentasen generalizar ese abuso.

Ante la ausencia de pruebas documentales claras, cabe deducir que el derecho de pernada fue un mito, al menos como institución o práctica social. En cambio, es innegable que existió de manera ficticia en las mentes de las gentes de la Edad Media, como las leyendas urbanas de nuestro tiempo.

UN MITO PERDURABLE

Al menos desde el siglo XIII, la historia del derecho de pernada circuló por el Occidente europeo como un arma política contra los señores feudales. En los siglos XVI y XVII, fue explotada por juristas con el objetivo de degradar la imagen de los poseedores de señoríos territoriales en beneficio de la Corona. Por ejemplo, el francés Fléchier se hizo eco en 1665 de las quejas de los campesinos de la región de Auvernia, y en sus memorias recogió el rumor sobre el droit de cuissage: "Hay un derecho que es muy común en Auvernia, que llaman el derecho de bodas [...]. En su origen, daba poder al señor [...] de estar en la cama con la esposa". Pero no aportó ninguna prueba al respecto.

En la época de la Ilustración, en el siglo XVIII, el derecho de pernada se convirtió en un lugar común de la crítica del feudalismo y la tiranía. Por ejemplo, en la Enciclopedia de Diderot y D’Alembert se dedica un artículo a "ese derecho que los señores se arrogaron antes y durante la época de las cruzadas de acostarse la primera noche con las recién casadas, sus vasallas plebeyas [...]. En el siglo pasado algunos se hicieron pagar por sus súbditos la renuncia a este derecho extraño, que durante largo tiempo estuvo vigente en casi todas las provincias de Francia y Escocia".



Los caballeros andantes de la Edad Media

En el siglo XIX siguió la discusión sobre la realidad de esta práctica: los eruditos anticlericales buscaban documentos que confirmasen su existencia, mientras los que estaban a favor del clero consideraban que se trataba de una invención. Sin duda, si el mito se mantuvo tanto tiempo, incluso hasta hoy en día, es porque se suele creer que el Medievo fue una época despiadada, oscura y deleznable. Pero no lo fue más que otras.

RESUMEN. LA Danza en la Edad Media


INTRODUCCIÓN

Hacia finales de la edad antigua la danza se convirtió poco a poco en un arte donde la espectáculos pasan a regirse por la estética y la belleza, con la legalización y la oficialidad del cristianismo los baile se adaptaron al culto de la Iglesia ya que era una manera de atraer fieles hacia los santuario.

En la Edad Media la danza era una actividad esencial por formar parte del entrenamiento y diversión de los nobles , señores medievales y habitantes del  reino, ya que la danza era un buen ejercicio, una actividad saludable y un medio de incrementar los poderes de concentración y mejorar la agudeza mental pero también era capaz de provocar la locura y la muerte por la danza  obsesiva, epidémicas y ocultativa.


Los primeros térmicos de danza los encontramos:

En el sXI con la tresca.

En el sXII con la estampie.

En el sXIII con la nota ,ductia, saltarello, trotto, rotta,danceRoyale.

1340 aparece la base dance.

Aunque no tenemos el dibujo coreográfico de la danza si tenemos la referencia de que aludían a su carácter y velocidad, donde los pies se encontraban girado hacia fuera las piernas cruzadas y alguna elevada y flexionada a la altura de la rodilla contraria ,aunque estos movimientos son más característicos en los hombres ya que se pensaba que las mujeres solo tenían que hacer pasos pequeños de un pie delante de otro. Las danzas se ejecutaban en los campos, plaza y calles de las ciudades, salones de palacios, casas privadas…

Surgen los primeros profesionales donde su misión era distraer a los señores entre su repertorio de danza estas las ejecutaban los juglares, eran las que transmitían la cultura y tradiciones de los diferentes lugares como inicio de unión entre la cultura clásica y la medieval. En la Edad Media se crea la polifonía que es el conjunto de voces que era lo más característico de la música de la cultura occidental.


2.       LA IGLESIA Y LA DANZA

El Cristianismo hizo que se censuraran la mayoría de las danzas por su inmoralidad o significación pagano, desconfiando de todo lo que no estaba arreglado y jerarquizado en las prácticas religiosas la Iglesia y la Edad Media  condenó el uso de la danza durante los cultos,por lo que bailar se convirtió pecado durante siglos y era castigado con múltiples canales. Aunque esto no fue tan tajante en todos los lugares.

En la Península Ibérica se danzaba en la Iglesia y en alguna procesión desde modo se produjo una transición de las costumbres paganas a las cristianas en las que muchas danzas cambiaron de nombre dándose a los nuevos conceptos religiosos quedando en en el ámbito popular ligadas a fiesta y  formando el sustrato del folklore.

La mayoría de las danzas eran realizadas por los clérigos en la iglesia o en los claustros y fuera de los oficios religiosos se hacían danzas rituales para celebrar acontecimientos religiosos importantes como la elección del Obispo celebraciones de festividades de Santos fiesta de la Epifanía...la mayor parte de danza que acompañaba estos festejos eran carolas( profesiones danzantes o marcha rítmica sin reglas coreográficas fijada acompañado de un canto responsorial).

La celebración festival más importante es el Corpus Christi donde se conservan las danzas de raíces medievales y procedentes de Francia.


3.       TEATRO LITÚRGICO

El teatro litúrgico se daba entre los siglos V y XVIII. En principio se desarrolla dentro del templo, más tarde en el pórtico, luego en la plaza de la iglesia. A parte también se realizaba en fechasimportantes como Corpus, Navidad, Semana Santa.Dentro de este teatro se desarrollarán misterios, milagros y moralidades. Por tanto, se predecía un fin didáctico intentando explicar las formas de la fe. Serán el procedente de los autos sociomentales.

Es de destacar el Misterid’Elx, un drama lírico que se celebra en Elche. Relata la dormición, Asunción a los cielos y Coronación de la virgen María. Está escrito en versos sencillos y es una mezcla de melodías medievales y renacentistas. Es interpretado solo por varones, con un total de 44 adultos. Consta de 2 actos, en el primero la virgen expresa su voluntad de morir para reunirse con su hijo, y en el segundo acto será la culminación del Misteri.

Su puesta en escena es muy destacable y utiliza aparatos aéreos, como una compleja tramoya que descenderá un ángel mensajero y después un coro angélico, para recoger a la virgen de la Asunción a los cielos.


4.       LA CAROLA: 

En general no se sabe que formas coreográficas se esconden detrás de las danzas en la Edad Media, ni tampoco como eran los bailes de la clase baja.

La excepción es la Carola que se sabe que era una danza de línea que era ejecutada por los ciudadanos. Era una danza de línea, simple o en parejas. 

Sus raíces estaban en la antigua chorea, que era una procesión danzante, y se bailaba cogiéndose de la mano del codo.Fue la danza más antigua, extendida, prestigiosa y la que más duro. Era espontánea pero organizada, ya que valía con marcar y seguir un ritmo.

Los danzantes avanzaban en una larga fila que evolucionaba desde los salones de palacio hasta el exterior. Una figura que se incorpora era “el puente”. Las Carolas eran abundantes en la Edad Media y en todos los ámbitos. Será el prototipo de la danza y desaparecerá a mediados del siglo XV, dando paso a la pavana. 


5       DANZA MESURADA O MEDIDA 

Será necesario conocer las reglas de esta danza, a la vez que tener cierta educación auditiva, por lo que esta danza mensurada o culta se separará de la danza popular. Esta combinación de movimientos será la danza conocida como terre à terre o danse par bas, siendo una de las más antiguas formas de danzar. La baja danza del siglo XV será un perfecto ejemplo de ella. 


6.       MOMERÍA:

Aparece en el siglo XVII y va a determinar la futura forma del ballet-teatra. Lamomería es una especie de carola burlesca en la que los participantes se disfrazan y

llevan máscaras.

Al final de la Edad Media, se organizarán una especie de espectáculos con decorados montados sobre carros. Los bailarines o momons representarán una acción a través de la danza, el mimo, la declamación y el canto, junto a un acompañamientomusical.

Pasará a convertirse en espectáculo cuando se utilice como divertimento, entretenimiento o entremés entre los platos de un banquete. Pero esto sucederá en los albores del Renacimiento.


7.       DANZAS OBSESIVAS Y CURATIVAS

Estas danzas persistieron por toda Europa y respondían a la necesidad de danzar de forma frenética hasta terminar exhaustos. Las guerras, las pestes, el hambre, la miseria, la superstición, las cuestiones religiosas, el horror por lo visto y padecido dieron en estos siglos manifestaciones histéricas frecuentes en forma de danzas frenéticas y obsesivas, como la danza de San Vito, la tarantela o los aquelarres danzados.

La danza de San Vito se realizaba para conjurar una enfermedad nerviosa llamada corea mayor o corea saltatoria. Cuando en algún pueblo se daba algún caso de esta enfermedad nerviosa convulsiva, el sujeto se lanzaba a bailar y los espectadores se sugestionaban a veces al creerse atacados del mismo mal y se unían al bailarín.

También se bailaba la tarantela, en la que durante horas se danzaba para intentar curarse de la picadura de la tarántula Fuere verdadera o ficticia dicha picadura, la cuestión estribaba en la consecución de danza, en su justificación, a la que podian de este modo entregarse alocadamente con la complacencia de ejecutantes y espectadores. Era una danza que derivaba en un primitivismo ancestral, en un paganismo orgiástico. Pero, con la apariencia de una enfermedad por lo que la Iglesia no podía prohibir esas danzas «curativas».


8.       DANZA MACABRA

En el siglo XIV se inaugura un periodo de crisis y comienza a destacarse el tema de la muerte en sus pinturas, grabados y obras. Este tema está presente en predicaciones y sermones y en los tratados religiosos. La psicosis literaria provocó la duda de si existieron las danzas de la muerte y bailarines que las hicieran, o si hay constancia de representaciones dramáticas sobre el tema, como la de Brujas para el duque de Borgoña. 

Diferenciamos entre la danza macabra, qué es jugada y bailada y, la danza de la muerte, qué es su representación plástica (pinturas o grabados). En torno a este tema, destaca la leyenda de los tres vivos y los tres muertos, en la que, tres jóvenes caballeros que se encontraban de cacería, se hayan con 3 cadáveres en diversos estados de descomposición. Se produce un diálogo en que los jóvenes expresan su sorpresa desagrado y susto y los difuntos les aconsejan que cambien su modo de vida. El tema es el aviso de que ese momento de descomposición llegará. Más tarde, en las obras aparecen los caballeros vestidos de pie, y después junto con otros animales. También, los muertos salen del cementerio y van equipados con arcos y flechas. 

A partir de esta leyenda, aparece la danza de la muerte o danza macabra, donde se sustenta la idea de la inevitabilidad de la muerte. El esqueleto invita a bailar a diferentes personajes.Según distintas hipótesis, se habría originado   a partir de homilías sobre la muerte, para evolucionar a cuadros alegóricos o danzados en las procesiones y en los cementerios.

La primera pintura en el muro perímetro del cementerio de los Santos Inocentes, en París,fue la más popular. Dichas imágenes inspiraron a la creación de grabados, acompañados de versos que tituló la dansemacabre. Las parejas representadas son, una religiosa y otro laico. El primer conjunto está formado por el Papa y el emperador, cada uno con sus símbolos de poder y vestimentas.

La más famosa representación de la danza de la muerte es la serie de grabados de Hans Holbein “El Jóven” publicados en 1538 con el título Las imágenes y aspectos detallados de la Muerte, hacia 1562. En todo este ambiente surgirá una danza sin pasos definidos. La costumbre de bailar en los cementerios que venía de los siglos anteriores y que se había prohibido en numerosas ocasiones, se extenderá en el s.XIV como demostración por parte de la iglesia.

El origen del nombre macabro y de la danza en sí tiene diversas hipótesis. Una de ellas habla de un aventurero que llegó a París y organizó una pantomima religiosa a la que se llamó danza macabra. También se habla de un trovador llamado Macabre, cuyos restos fueron acompañados de danzas. Hay otros autores que piensan que el nombre viene del árabe, lo que demuestra que en territorios musulmanes también se bailaban estas danzas.


9.       LA DANZA EN LA PENÍNSULA IBÉRICA

En la península se bailaba en iglesias y procesiones, ya que los visigodos eran muy aficionados a las fiestas y espectáculos de raíces paganas. En el ritual de San Isidro se muestran danzas rítmicas acompañadas de tamboriles.

También había danzas de carácter popular acompañadas de himnos y cantos que eran ejecutadas ante el sacerdote. También se bailaba en los salones de los palacios y castillos y la carda al igual que en el resto de Europa sería la forma de danza más habitual, la cultura islámica marcó el territorio ibérico y su riqueza artística dejó huella en todas las ramas del arte.


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