APORTACIONES

ACTRICES PARA LA HISTORIA. MAUD ALLAN Y LA IMAGEN DEL «ORIENTALISMO SENSUALIZADO»


Maud Allen, pianista convertida en actriz, bailarina y coreógrafa, recordada por sus famosas interpretaciones anímicas e impresionistas y, sobre todo, por el escándalo que causó en la sociedad de la época por ser acusada de ser, además de lesbiana y pervertida sexual, de conspirar con los alemanes durante el período de guerra.


Beulah Maude Durrant nació en Toronto, Ontario, Canadá. Pasó sus primeros años en San Francisco, California y se trasladó a Alemania en 1895 para estudiar piano en la “Hochschule für Musik de Berlín”. Más tarde cambió de nombre, en parte motivada por el escándalo en que se vio envuelto su hermano Theodore Durrant, que fue ahorcado en 1898 culpable del célebre asesinato de dos mujeres en San Francisco. Allan nunca se recuperó del trauma que le ocasionaría este suceso, que le afectaría el resto de su vida. Tras la ejecución de su hermano, Maud Allan dejó de tocar el piano y encontró un nuevo medio de expresión en la danza.


En 1900, a causa de su escasez económica, Allan publicó un manual ilustrado sobre sexo para mujeres titulado “Illustriertes Konversations-Lexikon der Frau”. Poco después, comenzó a bailar profesionalmente. A pesar de tener condiciones físicas y una gran imaginación, no poseía una formación como bailarina, pero se lanzó a la aventura y se impregnó de las teorías y primeras experiencias que se realizaban sobre la danza libre.


1903. Allan en danza con música de "marcha Fúnebre" de Chopin

1903. Allan en danza con música de «marcha Fúnebre» de Chopin


En 1906, se estrenó en Viena su producción «Visión de Salomé», la cual era una versión libre de la obra teatral de Oscar Wilde y cuya coreografía de la Danza de los Siete Velos la lanza a la fama. Su libro “My Life Dancing” se publicó en 1908 y ese mismo año también conquistaría Inglaterra con una gira de 250 actuaciones en menos de un año. En 1910 abandonó Europa para viajar. Durante los próximos cinco años, visitó los Estados Unidos, Australia, África y Asia.

1903. Allan en danza con música de «marcha Fúnebre» de Chopin



En 1918 se sucede el escándalo: Un parlamentario británico -Noel Pemberton Billing- en su artículo «El Culto del clítoris», publicado en su propio periódico (“Vigilante”), insinuó que Allan, que entonces aparecía en su “Visión de Salomé”, era una lesbiana vinculada a los conspiradores alemanes durante el período de guerra. Allan demandó a Billing por difamación, basándose no solamente en el acto difamatorio, sino en la inclusión de obscenidades en el artículo.


Esto dio lugar a un juicio sensacionalista, que concluyó con la pérdida del caso por parte de Allan. Pero durante el proceso, se dictaron cargo contra la bailarina por considerar el Estado británico que eran obscenos. Acusada de practicar actos de intensidad sexual en sus danzas, sacaron a la luz los asesinatos cometidos por su hermano años atrás y las supuestas actividades de perversión sexual practicadas en su familia.


Maud Allan en «Visión de Salomé». 1908


Sin duda, además de su clara orientación sexual, la expresión artística de Maud Allan irritaba a la sociedad británica más conservadora. La expresión corporal en sus danzas agredía a las mujeres y excitaba a los hombres. Cubierta con poca ropa para la época, su pecho, parcialmente cubierto, su vientre desnudo y sus extremidades inferiores ligeramente cubiertas con sugerentes piezas de gasa o tul. Sus movimientos se centraban en expresar la sensación de ‘auto placer’ en la ejecución de la danza y en gusto de la libertad del cuerpo poco vestido….esto sería una auténtica amenaza para la sociedad británica. La gestualidad de Allan encarnaba una visión sexualizada de la feminidad, constituyendo un verdadero desafío a las normas sociales restrictivas.




Se dice que la propia Allan diseñaba y realizaba su vestuario. Como muchos de su generación artística, la mayoría de ellos de evidente estilo “oriental sensualizado”. Otros, se remitían a las túnicas griegas, ante el reclamo de Isadora Duncan de ‘liberar al cuerpo’.


Después del escándalo y a partir de 1920 en adelante, Allan impartiría clases de danza y viviría con su secretaria y amante, Verna Aldrich. Murió en Los Angeles, California en 1956.


Arriesgada, sensible, provocadora y muy segura de sí misma, Maud Allen, es una personalidad más de esas que hicieron posible los grandes cambios no solo en las artes escénicas, sino en el pensar el arte…








































Diferentes fotografías de Maud Allan en «Visión de Salomé». 1908


























Maud Allan en danza con vestuario griego

Salome's Dance. Cortesía: John Fiore