Giselle. Exponente absoluto del Ballet en el XIX
La imagen mítica del ballet Giselle es el largo tutú de color blanco. Se dice que para una bailarina representar Giselle es como representar Hamlet para un actor de teatro, pudiendo encarar el personaje desde diferentes interpretaciones, enfatizando desde la melancolía hasta el apasionamiento o representando el personaje con una visión etérea de la mujer en el mundo de los espíritus del segundo acto.
¿Suena interesante verdad? Pues sigue leyendo para que te podamos explicar todo lo que sabemos sobre este fabuloso ballet.
Índice del artículo
Datos esenciales del ballet Giselle y orígenes
Fecha de estreno: 28 de junio de 1841. Théâtre de l’Academie Royale de Musique (actualmente Opéra national de París)
Compositor: Adolphe Adam
Coreografía original: Jules Perrot y Jean Coralli
Libreto: Jules-Henri Vernoy de Saint-Georges y Théophile Gautier
Jules-Henri Vernoy de Saint-Georges y Théophile Gautier se inspiraron en un texto en prosa de la obra De L’Allemagne que el autor alemán Heinrich Heine había escrito en 1835 y de un poema llamado Fantômes en Les Orientales de Victor Hugo.
Es el ballet romántico por excelencia ya que muestra los dos entornos contrapuestos, el entorno aldeano y humano y el entorno sobrenatural. La protagonista, Giselle, es una joven campesina que se enamora de un joven, Albrecht, el cual es en realidad un noble que esconde su identidad al enamorarse de ella.
Al descubrirse el engaño, Giselle acaba cayendo muerta por el dolor convirtiéndose en una willi. El siguiente acto se centra en un mundo fantasmal en el que las willis reciben a Giselle y que según una leyenda eslava son los espíritus de novias abandonadas que atraen a los hombres que se acercan y les obligan a danzar hasta morir.
Alicia Alonso
Argumento de Giselle
Ballet en dos actos con dos atmósferas y colores distintos, un primer acto alegre y lleno de colorido y un segundo acto etéreo con el color blanco de los tutús dominando la escena.
Acto I
La historia transcurre en una aldea pequeña y tranquila de Renania durante la época medieval. Giselle, una joven campesina, expresa su felicidad, está enamorada y confía en ser correspondida. El guardabosque Hilarion, enamorado a su vez de Giselle, intenta en vano convencerla de que Albrecht, su amado, no es un campesino sino un noble disfrazado y que la está engañando.
Poco después llega el duque Albrecht disfrazado de campesino y Giselle baila con él un tema musical o leitmotiv que aparece en otras escenas bajo la mirada recelosa de Hilarion que la interrumpe y se produce una pelea de amantes que termina con Hilarion prometiendo venganza.
Los aldeanos regresan después del trabajo y bailan un vals para celebrar el final de la cosecha. La madre de Giselle, Berthe, interrumpe y relata la vieja superstición de lo que les sucede a las doncellas que mueren sin casarse y son condenadas a vagar por el bosque como willis, fantasmas vengativos que atacan a cualquier hombre que se cruce en su camino a una danza interminable, hasta que se derrumba y muere de agotamiento
Un cuerno de caza anuncia la proximidad de los cazadores, al frente de los cuales se halla la princesa Bathilde, prometida de Albrecht, y el padre de ésta, el príncipe de Curlandia que deciden aceptar la hospitalidad de los aldeanos que organizan una fiesta en su honor. La princesa y Giselle mantienen una conversación y cada una comenta que está prometida y Bathilde le regala un precioso collar como dote. Mientras tanto, Hilarion, cegado por los celos, ha localizado la espada de Albrecht y la muestra a todos los presentes, desenmascarando el engaño de este último.
Giselle queda atónita al ver que Bathilde y Albrecht están prometidos e inicia una danza triste, en la que oímos el leitmotiv inicial pero ahora melancólica y sincopada por el dolor y acaba bailando con desenfreno hasta que falla su corazón y muere en brazos de Albrecht (en algunas versiones se suicida con la espada del duque).
Acto II
Un claro en el bosque cerca de la tumba de Giselle, Hilarion acude llevando flores para la tumba. El reloj marca la medianoche y Myrthe, la reina de las willis aparece con los espectros de las doncellas muertas a las que se ha unido Giselle por primera vez. Hilarion es capturado por las willis que lo obligan a bailar hasta la extenuación.
Poco después entran las willis con otra víctima, han encontrado a Albrecht que llevaba flores a la tumba, se le ordena bailar hasta morir, pero Giselle con su amor decide protegerlo sosteniéndolo hasta el amanecer. Las willis se retiran sin haber conseguido matar Albrecht, Giselle, ya liberada de las willis, se despide del duque que se queda solo con su dolor.
Música de Giselle
La música fue compuesta por Adolphe Adam (1803-1856), musico nacido en Paris el 24 de julio de 1803, hijo de Louis Adam, un reconocido músico alsaciano establecido en Paris y que era profesor del Conservatorio.
Adolphe se formó también en el Conservatorio de Paris con François-Adrien Boïeldieu, a quien ayudó a orquestar la obertura de su ópera La Dame Blanche en 1825. Durante una corta estancia en Suiza estableció contacto con el libretista Eugène Scribe, experimentado en los medios operísticos parisinos, y gracias a él pudo estrenar en 1827 La batelière de Brienz representada en el Théâtre du Gymnase con libreto del propio Scribe.
En 1829 consiguió darse a conocer con su primera ópera cómica de un acto Pierre et Catherine. Debido al éxito obtenido, acabó orientándose hacia la música operística, aunque también se interesó por el ballet, que en aquel entonces había alcanzado una gran popularidad en Paris.
En 1834 consigue su primer gran éxito con La Chalet, que se considera la primera autentica opereta de estilo francés, a la que siguió en 1836 Le postillon de Lonjumeau, ópera cómica cuya aria Mes amis, ecoutez l’histoire requiere una gran fuerza vocal y habilidad del tenor. Continuó trabajando en nuevas operas cómicas, entre ellas Le rai d’Yvetot (1842), Cagliostro (1844), Le toréador (1849), Giralda (1850), y principalmente Si j’étais roi (1852).
Paralelamente compuso para ballet y es aquí donde se puede observar la transición que hizo hacia el romanticismo, reportándole grandes éxitos: Faust (Londres, 1833); La Fille du Danube (Paris, 1836, para María Taglioni); Les mohicans (1837), Die Hamadryaden (Berlín, 1840) pero especialmente fue Giselle (1841) que lo catapultó a la fama. Después de este éxito compuso otros ballets, entre ellos La jolie fille de Gand (1842), Le diable à quatre (1845) o Le Corsaire (1856).
Ingresó en el Instituto de Francia en 1844 y en el Conservatorio de Paris en 1849. Murió en París el 3 de mayo de 1856 dejando tras de sí una vasta producción musical: unas 40 operas, 14 ballets, pero también música para la iglesia, piezas de piano y canciones, incluida la canción de Navidad Cantique de Noel (O Holy Night).
Historia del ballet Giselle
Desde el primer momento de su estreno en la Ópera de Paris el 28 de junio de 1841, la partitura de este ballet tuvo alteraciones adquiriendo números adicionales con la finalidad de ajustar los bailes a bailarines específicos.
Algunas de estas piezas musicales se convirtieron en una parte integral del ballet, así en la misma noche del estreno se incluyó el pas de deux de dos campesinos con música de Friedrich Burgmüller (Pas des paysans) para la bailarina Nathalie Fitz-James.
El estreno tuvo como bailarina principal a Carlotta Grisi en el papel de Giselle y Lucien Petipa (hermano de Marius Petipa) como Albrecht y fue todo un éxito, representándose muy pronto en el repertorio de los principales teatros europeos.
Así, al año siguiente, ya era aclamada por el público en Londres y en San Petersburgo y fue precisamente en Rusia donde el ballet se asentó y siguió representándose mientras que en Europa la última vez que se pudo ver fue en la Ópera de Paris en 1868 y no fue hasta 1910 que fue revivida por Sergei Diaghilev para los Ballets Russes en el Teatro Nacional de la Ópera de Paris, con Tamara Karsavina como Giselle y Vaslav Nijinsky como Albrecht. Fue ovacionada por el público y el éxito obtenido marcó el inicio de su gran difusión internacional
Giselle en Rusia
Como ya hemos dicho anteriormente, Giselle es uno de los ballets que ha tenido más modificaciones a lo largo de su trayectoria y es en Rusia donde Marius Petipa lo reelaboró y es muy posible que la mayor parte del ballet que conocemos hoy provenga de sus versiones.
En 1848 Jules Perrot llega a San Petersburgo como el nuevo maestro de ballet de los Teatros Imperiales y organiza su propia versión de Giselle asistido por Marius Petipa. La puesta en escena del ballet de Perrot se estrenó en octubre de 1850 pero cuando éste abandona Rusia, fue Petipa quien se encargaría de los nuevos montajes.
Petipa organizó el primero en 1884 y para esta versión, Ludwig Minkus compuso un nuevo pas de deux que Petipa agregó al primer acto. (Este pas de deux no existe en las versiones actuales aunque la música aparece algunas veces). A pesar de este añadido, el primer acto se mantuvo fiel a la versión de Perrot / Coralli, siendo el segundo acto el que presenta más cambios.
En total hizo cuatro montajes y la versión final en 1903 para Anna Pavlova que convirtió Giselle en su papel favorito, llevándolo de gira por todo el mundo.
Algunas versiones de Giselle
Aunque Giselle es el ballet romántico por excelencia, algunas creaciones han cambiado el guion adaptándolo a otras épocas o situaciones o al estilo de danza contemporánea.
Giselle de Frederic Franklin para el Ballet del Dance Theatre of Harlem estrenada en 1984 en el London Coliseum de Londres nos sitúa en 1840 en tierras de Luisiana y nos acerca a la problemática afro-criolla donde según la costumbre que imperaba no, era posible el matrimonio entre una hija de un negro liberto y el hijo de la familia que lo había liberado.
Giselle de Mats Ek, Ballet Cullberg (Suecia) de danza contemporánea, estrenada en 1982. Giselle, engañada por su amado pierde la razón y terminará en un manicomio. Las telas y los tutus largos de las willis son sustituidas por las batas de las enfermeras.
Giselle de Akram Khan para el English National Ballet, danza contemporánea estrenada en 2016 en que recrea la desigualdad social en nuestros días y donde la acción transcurre en una fabrica de tejidos. En 2018, Khan obtuvo el National Dance Award a la Mejor Coreografía Clásica por esta creación y Alina Cojocaru el de Mejor Intérprete Femenina por esta Giselle.
Las bailarinas de Giselle
La difusión internacional de Giselle ha hecho que muchas bailarinas deseen interpretar el papel principaly algunas de ellas han conseguido amoldarse de tal manera al personaje que el público ha llegado a identificarlas con él. Entre las intérpretes más destacadas podemos mencionar a:
Anna Pávlova
Olga Preobrazhénskaya
Tamara Karsávina
Marina Semiónova
Olga Spesívtseva
Galina Ulánova
Alicia Markova
Yvette Chauviré
Margot Fonteyn
Carla Fracci
Natalia Makárova
Olga Ferri
Natalia Bessmértnova
Alicia Alonso
Svetlana Zakharova
Alessandra Ferri
Alina Cojocaru
Natalia Osipova
Diana Vishneva
Maria Kochetkova
Polina Semionova
etc.
Esperamos que toda esta información te haya ayudado a comprender mejor la importancia de este ballet y porque lo consideramos uno de los mejores ballets clásicos.
Cortesía: Todoballet.com
https://todoballet.com/ballet-giselle/
IMPORTANTE PARA LOS BAILARINES
Otra interesante particularidad en la partitura es que, a través de las melodías, Adam pretendía imitar el lenguaje hablado. Ello es así porque una buena parte de la coreografía inicialmente diseñada (45 minutos sobre una duración total de 105) estaba pensada para ser representada por medio del mimo, con el lenguaje gestual, correspondiendo el resto del tiempo al baile. En 1884, en plena época de triunfo de los ballets imperiales rusos, Marius Petipa otorgaría a la coreografía de la obra la forma definitiva con que se representa hoy en día, en la que el ballet es ya la parte esencial (80 minutos sobre un total de 90 minutos de duración).
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